Buñuelos de Carnaval

Para acompañar el mate amargo, o mate dulce, el café, té, refresco, o lo que desee tomar.

Ilustraremos la receta de buñuelos inspirada en las guenilles o bugnes que preparaba mi abuela el martes de carnaval o mardi gras. Una tradición francesa muy dulce, mezcla de costumbres paganas y cristianas.

El martes de carnaval en otros tiempos, era un día de fiesta y diversión como culminación de los siete días” gras”, durante los que se consumían alimentos ricos en grasas, ya que a partir del miércoles de ceniza empezaban los ayunos de la cuaresma.

También coincidía con la celebración del fin de los días fríos. Tradiciones aparte es una buena opción para la merienda de los niños o para acompañar un café o por qué no, los últimos chocolates calientes del invierno.

Ingredientes

500 gr de harina

4 huevos

150 gr de azúcar

100 gr de manteca

100 gr de crema espesa

1 y 1/2 sobres de levadura en polvo

Pizca de sal

Cáscara rallada de un limón

1/2 vaso de ron

Azúcar glaseada

1 litro de aceite para freír

Preparación

En un bol batimos los huevos, la ralladura de limón y la crema. Derretimos la manteca y la añadimos tibia a los huevos batidos por último incorporamos el ron.

En otro bol grande ponemos la harina, el azúcar, la sal y la levadura, hacemos un hueco en el centro y echamos la preparación líquida.

Mezclamos con una espátula, poco a poco, hasta conseguir una masa elástica que se despega de los bordes del bol. Si estuviera muy blanda le agregamos harina y al contrario si estuviera dura le añadimos un poco de leche.

Formamos un bollo, lo cubrimos con un paño de cocina y lo dejamos durante unas 3 horas en un sitio tibio para que leve.

Con un bolillo estiramos la masa de 3 mm de espesor. Cortamos con cortapastas con formitas o en cuadrados, rectángulos, bolitas etc.

Calentamos el aceite y freímos los buñuelos teniendo cuidado porque doran pronto. A media cocción los damos vuelta.

Cuando estén los sacamos y ponemos sobre papel absorbente y espolvoreamos con azúcar glaseadas.

Están muy buenos si los comemos tibios, otra sugerencia, como no son precisamente para dietas, no pasaría nada si con una manga los rellenamos de dulce de leche!