4 diciembre 2024
CRÓNICAS

El lenguaje inclusivo y ciertos símbolos que se tapan

Los que resuelven como nos debemos comunicar las personas

La Real Academia Española, no me ha sido simpática por una serie de cosas, como ser, por lo de Real, a mí que soy republicano hasta la médula, por creerse dueña del idioma y cambiarlo a su paladar en un país de 46 y medio millones de habitantes, existiendo en el mundo 559 millones de hispano parlantes, existiendo 20 países y un estado Puerto Rico donde se habla español, hablándose también en África, en Asia, en Oceanía y en muchos países colonias de hispano parlantes, más o menos numerosas.

Por qué debe atribuirse a la monarquía española, el derecho de nombrar a los miembros de la Academia del lenguaje, y que estos resuelvan los temas del idioma para todo el mundo en general.

La RAE demora más en aprobar una nueva palabra en el idioma que el Vaticano santificar a seres como la Madre Teresa de Calcuta.

Pero como decían antes, “éramos pocos y mi abuela empezó a ir a los picnics”.

No precisa traducción pero para los jóvenes quiere decir que “en la familia éramos demasiados y nuestra abuelita corriendo riesgo de quedar embarazada”.

Dado que el hecho del embarazo hoy en día no es un error de los picnics sino un error en cualquier lado en cualquier momento.

Rousseau habla de un estado natural y primitivo del hombre en el que es un habla y comprensión, sin preocupaciones y sin razón, sin lenguaje y sin hogar, ajeno a toda guerra y toda atadura.

Este ser se movía por dos impulsos básicos: el amor a sí mismo y la compasión.

Es un ser inocente, como un niño pequeño o tirando más bien a bicho.
No hay separación entre lo que es y lo que parece, sin tal vez.

Define al hombre como un buen salvaje, un hombre primitivo que vive en paz y armonía con la naturaleza, compartía el hábitat con las bestias a garrote limpio y con los demás hombres también con el garrote como elemento persuasivo.

El hombre contemporáneo es distinto.

Según Rousseau es un hombre histórico, un hombre que ha perdido la bondad original.

Es un ser vil, egoísta, depravado, lleno de odio, es un ser degenerado.


Pero este hombre histórico no puede mostrar públicamente su degeneración: ha de enmascarar, de ocultar, su vileza, su egoísmo y sus pasiones.

Por ello adopta un comportamiento social: la cortesía, la retórica, la técnica de las apariencias, todo aquello de que se preocupan las ciencias y las artes, todo lo que nos sirve para enmascarar temores, odios, traiciones, todo esto que adoptamos para esconder nuestra maldad es la educación.

Esta máscara que adoptamos es, además, doblemente odiosa ya que evita reconocer la degeneración e imposibilita la regeneración del ser humano.
Todo este proceso de degeneración se lleva a cabo a raíz de la aparición de dos factores que no tienen presencia en un idealizado Estado de Naturaleza: la riqueza y el poder.

Como no se puede volver al pasado natural del hombre, Rousseau propone el contrato social entre el individuo y la sociedad, con el fin de armonizar la convivencia humana.

Esta es la única posibilidad de regeneración moral.

Los hombres se asocian y ponen su persona y todo su poder bajo la dirección de la voluntad general.

A cambio, cada miembro es acogido como parte indivisible del todo. Así, el pacto social representa el reconocimiento de que lo universal es más importante que lo particular, se antepone la justicia al instinto, lo social sobre lo natural.

Obedecer la voluntad general es ser libre, es obedecernos a nosotros mismos.

Con esto se pasa al tercer estado en la evolución humana: el hombre civil.
Este hombre, aunque no puede volver al estado ideal de naturaleza original, puede recuperar y regenerar parte del bien, de la felicidad y de las libertades pasadas.

Las diferencias entre estos dos estados son las siguientes: la libertad natural sólo es limitada por la fuerza de cada hombre

Ahora bien, la voluntad general debe ser la voluntad del pueblo, debe ser la soberana.

Su objetivo es el bien común de la sociedad.

La voluntad general no es, ni mucho menos, la suma de las voluntades individuales, esta suma sería la voluntad de todos.

La voluntad de todos atiende al interés particular y derriba los cimientos del contrato social.

La voluntad general es la de los ciudadanos reunidos en asamblea: una democracia directa, no una democracia representativa como la que tenemos ahora.

Para que exista el contrato social, nosotros tenemos nuestra constitución, nuestras leyes y nuestros decretos y un montón de normas administrativas.
Claro que para interpretar todo lo que regula las relaciones humanas debemos tener un idioma común, una educación común y un montón de símbolos que hacen a la sociedad, como ser el escudo, la bandera, un himno, y en nuestro caso la “celeste”, “la garra celeste” ciertos días feriados que marcan la nacionalidad, desde el nacimiento hasta la muerte de algún prócer.

El idioma es fundamental, para hablar todos de lo mismo con las palabras cuyo conocimiento es predeterminado.

Pero cuando me referí a mi abuela y los picnics, dejé picando el tema del lenguaje inclusivo.

Últimamente, a consecuencia de un feminismo radical se pretende eliminar la o y sustituirla por la letra e en determinadas palabras, y el subfijo “ente” por “enta” para determinadas palabras porque los otros ostentan un dejo de machismo a contrapelo y creo que el feminismo a contrapelo es el que quiere cambiar el idioma de todos, eliminando las palabras que para ellos son masculinas y comprenden el femenino también.

El lenguaje no sexista aborda el estudio de la perspectiva de género en el lenguaje.

Surgió en los años 1960 como rama del giro lingüístico en las ciencias sociales, y nace de una exigencia del feminismo para terminar con la invisibilización de la mujer en el habla y la escritura, es decir, con el androcentrismo y la ginopia.

Ginopia es miopía o ceguera a lo femenino, el no ver a las mujeres, el no percibir su existencia ni sus obras; se entiende como una omisión, generalmente no consciente, naturalizada y casi automática por lo anterior, a la realidad de las mujeres.

Se habla de ginope para calificar a los sujetos o grupos u organizaciones que mantienen una práctica o patrón inveterado de omisión y exclusión, en el discurso y en la práctica, a la realidad de lo femenino o de las propias mujeres.

La teoría del lenguaje inclusivo es una contrapostura al purismo lingüístico, que forzadamente excluye e invisibiliza al género femenino del lenguaje y, teóricamente, de la cultura y de la historia del pensamiento.

La forma tradicional en que se usa el género gramatical en español está plasmado en el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española:

Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos.

En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: El hombre es el único animal racional; El gato es un buen animal de compañía. Consecuentemente, los nombres apelativos masculinos, cuando se emplean en plural, pueden incluir en su designación a seres de uno y otro sexo: Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales;

En mi barrio hay muchos gatos (de la referencia no quedan excluidas ni las mujeres prehistóricas ni las gatas).

Prescindir del uso peyorativo de palabras relacionadas con la libertad sexual, como puta; con la orientación sexual, como marica, con la identidad de género, como señoro; con el cuerpo, como gorda o gordo.

Cuando se trata de grupos mixtos, incorporar en el discurso siempre las formas femeninas junto a las masculinas, así como las formas neutras (con el fin de visibilizar a todas las identidades presentes): alumnes, alumnas y alumnos, hermanes, hermanas y hermanos.

Utilizar los colectivos: el alumnado, la población, el personal, el electorado…
Utilizar abstractos: la redacción (por los redactores), la dirección (por los directores), la legislación (por el legislador), la infancia, la juventud, la adultez, la vejez.

Evitar el uso de el, los, aquel, aquellos, seguidos del relativo que con sentido general. Es mejor Quien sepa leer entre líneas lo entenderá en lugar de El que sepa leer entre líneas lo entenderá.

Cambiar el sujeto. En lugar de usar la tercera persona del singular, usar la segunda (tú o usted) o la primera del plural sin mencionar el sujeto. Si usted posee un abono podrá viajar gratis, en lugar de El abonado podrá viajar gratis.

Usar formas neutras: pareja, relación, cónyuge en lugar de novio o novia; marido, esposo o esposa, evitando suponer heterosexualidad.

El alumnado puede asistir con sus parejas en lugar de Los alumnos pueden asistir con sus novias

Evitar la cosificación de las personas. Es mejor Los pueblos nómadas se trasladaban con sus enseres de un lugar a otro y no Los pueblos nómadas se trasladaban con sus enseres, mujeres y niños de un lugar a otro.
Evitar usar expresiones como señora o señorita, señora de…, viuda de… y utilizar el apellido de las mujeres. Se prefiere Juan Pérez y María García y no Señor y señora Pérez.

Evitar la palabra hombre sustituyéndola por persona o varón, según corresponda. Persona, para referirse a la especie humana y varón para el género o sexo masculinos. Es preferible Historia de la humanidad y Pueblos prehistóricos y no Historia del hombre y El hombre prehistórico
En la escritura, es frecuente utilzar el símbolo arroba (@), o la letra equis (x) o el asterisco (*) para reemplazar las letras que denotan género en las palabras. Ejemplo l@s o lxs l*s en lugar de los o las.

En la expresión oral, es frecuente usar otra vocal en lugar de las que denotan género. Se ha difundido el uso de la vocal e (Nosotres, en lugar de nosotros).

Otra opción, mucho menos habitual que las anteriores, normalmente utilizada en círculos feministas que aluden a las identidades “femeninas” (no necesariamente mujeres) es usar las formas femeninas como universal: Nosotras… (refriéndose a un grupo de personas de diversas identidades de género) .

El uso de la arroba, la equis y el asterisco

Algunos manuales de lenguaje no sexista con perspectiva feminista, consideran incorrecto el uso del arroba.

Otros, la aceptan solo para textos de carácter informal y con poca repercusión institucional, como por ejemplo, anuncios, correos electrónicos personales, chats, blogs informales o privados, etc.

En otros casos se defiende el uso de la equis, incluso en publicaciones académicas, aclarando que es útil para hacer referencia a un amplio universo de expresiones de género que rebasa la bi-categorización reduccionista de «varones» y «mujeres». Se señala que tanto la arroba (l@s) como el uso del masculino y femenino (las/los) pueden servir para hacer referencia a los «sexos» que componen el binario de género, pero no contemplan las expresiones transexuales, transgéneros, intersexuales, travestis u otras ya existentes o por existir.

A la vez, se interpela a quienes sostienen el lenguaje sexista y se amparan en la economía del lenguaje, según la cual hacer referencia a «ambos sexos» sería demasiado desgaste, argumentando que esta alternativa de escribir con equis podría ahorrarles un problema, y de no ser así, podría al menos servir para relativizar la validez de su argumento.

La escritura con equis fue denominada desobediencia lingüística, en la medida en que rompe con la norma gramatical y juzgada como saludable.

Toda esta guerra en el papel y el lápiz. ¿y en la parte fisiológica qué?
El hombre, la mujer y otros, tienen necesariamente una vida social, laboral y demás.

Yendo a lo más elemental, como ser cumplir con las necesidades fisiológicas existen lugares adecuados para hombres y mujeres, para cada uno de los sexos reconocidos históricamente y los que están en una etapa intermedia, que lograron cambiarse el nombre en los documentos, casarse entre sí, usar la vestimenta del nuevo sexo asumido, cuando les llega el momento más apremiante de la humana existencia ¿a cual baño acceden?

Habrá que habilitar un tercer baño o un cuarto, o ¿esto sería discriminatorio?

También tenemos los vestuarios laborales, en los lugares de estudio, en los clubes deportivos, hete aquí otro problema.

Soy antiguo y seguiré escribiendo a la antigua, estudien y prepárense para el cambio estimados jóvenes.

Que todo cambie, para que todo sigua igual, como lo dijo a fines del siglo XIX o principios del siglo XX, il signore Giuseppe Tomasi di Lampedusa.

Que todo sea para bien

2 comentarios en «El lenguaje inclusivo y ciertos símbolos que se tapan»

  • Antes calladitas ahora calladitos las cosas hoy estan en esa los tiempos cambian chiquito, los tiempos cambian.

  • No le carguen al lenguaje algo que no es….. antes decirle mi gordita o mi negrita a tu pareja era bien recibido y desde cuando se transforma en algo malo?…..como dice ahi si tenes que mandar una invitacion para que nadie sienta ofensa o no incluido tenes que decir amigos amigas estoy invitandolos invitandolas y aparte tener que citar a todos los posibles generos que vaya a invitar queda una cosa densa horrible y por ahora no figura en la real academia para obligar que la haga. Por ahora cuando me dirijo con la palabra amigos, no estoy ofendiendo a nadie y estoy incluyendo a todos, como siempre lo fue.

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