Experimentado piloto derrotado
La inteligencia artificial vuelve a dar un agigantado paso en la industria naval.
Esta vez la víctima fue un experto e instructor en combate aéreo que tuvo que reconocer, que la máquina fue más táctica, agresiva y le supo sacar mayor rendimiento al avión que al suyo.
La inteligencia artificial (IA) desarrollada por un equipo de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, fue evaluada recientemente por Gene Lee, experto en la materia y coronel retirado de la Fuerza Aérea estadounidense, quien tiene una amplia experiencia de combate aéreo como instructor y como piloto, en un simulador de combate aéreo de alto realismo.
La inteligencia artificial, bautizada como ALPHA (ALFA), fue la ganadora en ese escenario simulado, y según Lee, es “la IA con mayor capacidad de adaptación, más agresiva, adaptativa, dinámica y creíble que haya visto hasta la fecha”.
Las herramientas usadas para crear ALPHA así como el proyecto en el que se halla inmersa han sido desarrolladas por Psibernetix, Inc., fundada por Nick Ernest, que se doctoró en 2015 por la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Cincinnati y que ahora es presidente y director general de la firma; y por David Carroll, jefe de programación de Psibernetix; con aportaciones tecnológicas y de investigación de Gene Lee, así como Kelly Cohen y Tim Arnett de la Universidad de Cincinnati; y varios patrocinadores del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea.
ALPHA es vista actualmente como una herramienta de investigación para actividades con y sin seres humanos que implican interacción y que se desarrollan en un entorno de simulación. En sus primeras versiones, superó de forma repetida a un programa de ordenador de referencia usado previamente por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea. En otras palabras, derrotó a otros oponentes de IA.
De hecho, solo después de que las versiones iniciales de ALPHA superaran a los otros oponentes informáticos fue cuando Lee tomó los controles manuales contra una versión más madura del sistema. Y no solo no consiguió Lee derrotar a ALPHA, después de repetidos intentos, sino que fue él mismo derribado en cada ocasión durante enfrentamientos prolongados en el simulador.
Desde ese enfrentamiento inicial de un humano contra ALPHA en el simulador, esta IA ha superado repetidamente también a otros expertos, e incluso ha podido ganar contra estos expertos humanos cuando su avión (controlado por ella) tenía ciertas deficiencias deliberadas de velocidad, giro, capacidad misilística y sensores.
Lee ha estado volando en simuladores contra oponentes de IA desde principios de la década de 1980. Parece pues que ha vivido una época de principio a fin y que se ha convertido en testigo de primera mano de un paso histórico en la evolución de la Inteligencia Artificial en el ámbito militar.
Ahora, ante el poderío táctico de ALPHA, los argumentos de numerosas novelas y películas de ciencia-ficción sobre ordenadores y robots aventajando al Ser Humano en la toma de decisiones en el campo de batalla ya no parecen tan irreales.