23 abril 2024
GALERÍAS

Homenaje a las mujeres latinoamericanas por los DDHH

Una vida marcada por la búsqueda de su hijo detenido por la dictadura y desaparecido desde entonces. Su figura menuda está siempre presente, siempre encabezando cualquier acto, cualquier manifestación en defensa de los Derechos Humanos. A sus 94 años, sigue lúcida y con una vitalidad digna de envidia y sigue siendo el referente para la Asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos y para todos aquellos que en nuestro país trabajan por los derechos humanos. La Sra. Cuesta, desde su exilio en Holanda a finales de los años ‘70, fue una de las fundadoras de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, donde comenzaron a denunciar a las dictaduras de la región por los desaparecidos dentro del Plan Cóndor. Hoy todavía la justicia no ha sido capaz de aclarar lo ocurrido, solo unos pocos casos se han aclarado y los familiares siguen reclamando verdad y justicia 40 años después.

Pero Luisa Cuesta no es la única mujer homenajeada esta semana; al homenaje que se brindó hace 10 días, a otra gran luchadora por los Derechos Humanos en nuestro continente como es Belela Herrera, –ver el nº anterior de El Reporte- se suma el homenaje que se rindió el miércoles a la chilena Ángela Jeria Gómez, viuda del Gral. Bachelet y madre de la presidenta electa de Chile Michelle Bachelet, por su labor en defensa de los Derechos Humanos.

En el acto la Sra. Jeria recibió el premio Monseñor Leónidas Proaño, otorgado por la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos, (ALDHU).

El Gral. Bachelet fue detenido y torturado tras el golpe de Estado perpetrado por el Gral. Pinochet en Chile falleciendo finalmente en la cárcel víctima de un infarto. En el año 1975 fueron detenidas su esposa Ángela Jeria y su hija Michelle Bachelet. Ambas fueron conducidas al, tristemente célebre, local de detención y tortura clandestino de Villa Grimaldi.

En ese lugar permanecieron un mes en el que sufrieron el rigor de los interrogatorios bajo tortura. Luego de su paso por Villa Grimaldi fueron expulsadas de su país. La Sra. Jeria se exilió en Australia y en Alemania. Desde el exilio trabajó incansablemente en la denuncia de las violaciones de los Derechos Humanos por parte del régimen pinochetista, viajando por muchos países. De regreso en Chile siguió trabajando en defensa de los Derechos Humanos en toda América.

La ALDHU destacó que el premio se otorgó porque “Ángela supo extraer de su propia condición de víctima de la dictadura chilena, los elementos para ayudar a comprender este flagelo y sumar sus criterios y propuestas a las de otros, con quienes diseñaron con precisión, oportunidad y suficiencia, acciones eficaces que permitieron salvar las vidas y aliviar el dolor de miles de personas”.

Jeria fue premiada “por su extraordinario aporte en la consecución de los esfuerzos desde la comunidad internacional, para salvar las vidas de la población civil centroamericana que padeció los rigores de los conflictos internos en sus países durante la década de los ochenta, así como de quienes debieron huir al exilio” por las dictaduras en el Cono Sur, explicó el presidente de la asociación, el senador chileno Juan Pablo Letelier, encargado de hacer entrega del premio.

Por su parte, Ángela Jeria de Bachelet que recibió el premio, “en nombre de cientos de chilenos y chilenas que lucharon por la defensa de los Derechos Humanos”, destacó los cambios en el rol del Estado en su relacionamiento con los Derechos Humanos, “hoy avanzamos hacia una sociedad en la que el Estado se convierte en garante del derecho”.

También agradeció a la comunidad internacional y a los países que ayudaron durante la dictadura chilena: “Muchos chilenos y chilenas podríamos haber tenido otro destino, creo que nunca les hemos agradecido lo suficiente y desde aquí me permito levantarles un simbólico monumento a la solidaridad”

“Los derechos humanos no se agotan en el respeto a la vida y la integridad de la persona”, remarcó la dirigente, defendiendo la necesidad de promover y proteger la diversidad, la defensa frente al abuso, la participación, la libre expresión y la protesta.

En el mismo acto, celebrado en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, también el presidente José Mujica fue galardonado con el premio Monseñor Leónidas Proaño por su lucha, a partir de reformas en el ordenamiento jurídico, contra la discriminación por razones de género y contra el tráfico de drogas, señalando la ALDHU, que la ley de matrimonio igualitario y la despenalización del aborto “ensanchan espacios de libertad individual, atendiendo sensibles reclamos de importantes sectores de la sociedad latinoamericana”.

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