18 abril 2024
CRÓNICAS

Lo de Don Tobías

El otro día me mandaron a hacer los mandados como hacemos todos los del sexo presuntamente fuerte cuando nos manda el sexo débil o los que padecemos la debilidad del ejercicio del mando por parte del sexo opuesto y en un bache mental de esos que caemos los mortales me acordé cuando la que me mandaba a hacer los mandados era la del sexo fuerte y sin lugar a discusión de especie alguna, o sea, la vieja, o mamá cuando le íbamos a pedir algo o mamita cuando habíamos metido la pata hasta el cuadril.

Claro que esa vieja tenía treinta y pico, cuarenta años, la misma edad que tienen las bombas que vemos comprando con nosotros o las promotoras o las cajeras. Todo en la vida es relativo.

La vieja decía andá a lo de don Tobías y trae un litro de leche (no te olvides de llevar el envase), un cuarto kilo de manteca, medio litro de crema doble (tampoco te olvides de llevar el envase), un kilo de harina, medio kilo de café, un litro de aceite (envase opcional si venía en lata eran dos litros y un litro era suelto), etc.

Era tan fácil, cuando le llegaba el turno a uno, después de haber dejado pasar a todas las personas mayores, (buen handicap para quedarse jugando a las figuritas o a las bolitas un rato –para las dos cosas yo era flor de chambón y marchaba siempre) y don Tobías, me decía como te va, -bien, gracias. ¿Y Ud.?- y le daba la listita y el me daba el surtido en una bolsa chismosa, -de aquellas que hacíamos en la escuela con dos argollas (que cortaban bastante) e hilo sisal el cual íbamos haciéndole nudos en forma de rombos y la terminábamos abajo con más nudos- y se le pagaba y contábamos bien el vuelto para evitar algún problema al retorno hogareño o anotaba en la libretita.

Ahora uno en los comercios de grandes superficies (me maté para no poner supermercado) y empiezan los problemas: la leche entera no quiere, en caja tampoco, descremada si, pero no descremada a secas, sino con algún aditivo tricalcio o con hierro y no se qué más y lo fundamental de qué empresa. A mi criterio la empresa lo que le pone es la etiqueta, la publicidad, las huelgas por algún despido y el desabastecimiento de un producto fundamental para el hogar, porque la leche la fabrican las vacas.

No es como en la época del tambo, en que el tambero te convidaba con un vaso de leche de apoyo (leche ordeñada directamente al vaso, había que llevarlo) y en el envase alguna vez aparecía una mojarra, era una forma de estirar el producto y que la vaca diera más de quince litros por ordeñe. La manteca antes era de cuarto kilo ahora son de doscientos gramos y viene con sal o sin sal, entera o light (me pregunto si la manteca es la grasa de la leche ¿cómo puede haber manteca light?)

La crema doble antes había que sacudirla porque se podría haber agriado adentro de la botella (no tenía tanta salida como ahora). Y todo lo dicho para la leche y la manteca vale para la crema doble y menos mal que no entramos en el yogur, porque sería con gustos varios e indefinidos (frutas del bosque).

Harina de cuantos ceros es la cosa, porque me enteré hace poco que los ceros indican los blanqueadores que tienen agregados y no por el grado de molienda del gramo como me creía. Además algunas vienen con leudante incorporado, por lo tanto la fecha de vencimiento ya no son los gorgojos sino la del fermento. Lo de las marcas ya fue establecido ut supra.

El café es una fiesta: puede ser soluble, glaseado, en grano, torrado, molido fino, grueso, las distintas marcas, pero de los elaboradores podemos elegir entre Nestlé, Nestlé, Nestlé, Nestlé y Nestlé y el de la marca del supermercado que también es de Nestlé.

Aceites, tenemos, oliva virgen extra (sobre el cual hay mucha mitología y pases de muleta), arroz, soja, maíz, girasol, entre otros. Los olivas hay nacionales o montones de marcas italianas o españolas. Los griegos se lo pasan a los italianos y los italianos lo exportan  como propio y no sé que líos hay.

La libreta de don Tobías era el equivalente a la tarjeta de crédito, eso si, no daba ni puntos ni millas, ni leguas. Tampoco estaba afiliado al clearing de informes, el que lo clavaba una vez no tenía revancha ni pagando lo que había quedado debiendo.

Hoy de lo mismo tenemos infinidad de productos, ya sean nacionales, de la India, de China, de Panamá, etc.

En una cadena muy importante de supermercados hay unas camisas muy bien hechas con telas y colores de buen gusto a precios que están a la cuarta parte de las mismas camisas con otra grifa en locales de galerías comerciales. Es un problema de grandes compradores y grandes vendedores, contra grandes compradores y grandes vendedores a revendedores en tolditos peri feriantes.

Si Ud. va a comprar a Villa Muñoz muy probablemente pague a precio minorista muy por debajo de los puestos de los tolditos.

Antes los klappers (los famosos turcos, que eran judíos, pero hasta el día de hoy les siguen diciendo turcos) vendían a pié, puerta por puerta o portera por portera.

Hoy los hijos o nietos de los klappers venden como mayoristas en Villa Muñoz a los peri feriantes.

La sociedad los fue empujando a ello. Antes el vendedor puerta por puerta o portera por portera fiaba, no era tonto con la primera cuota estaba el costo del producto (mayorista) y con las restantes la utilidad y capitalización.

Antes el dinero estaba en manos de los mayoristas y el resto en el aire.

Con las tarjetas de crédito el dinero está bastante seguro, en el plástico y en que vencida la cuota el consumidor no paga, paga el banco y de ahí en más, entrarán a correr los intereses, el clearing, algún abogado, algún embargo y algún remate. Un peso no pagado en tiempo y forma puede llegar a sumar una cantidad muy importante.

Con el dinero de plástico el circulante ha aumentado bastante más de lo que podemos imaginar.

Recuerdo, haber leído en un diario montevideano, no hace mucho, que tres amigos emprendedores, pusieron veinticinco mil dólares cada uno y largaron una línea de créditos, con un monto muy limitado, para aquella gente que no cuenta con garantías suficientes para nada. Los clavos son muy pocos y esos setenta y cinco mil dólares iniciales tienen un movimiento mensual importantísimo. Recuerdo la cifra pero no me animo a escribirla por miedo a cometer un error, pero ellos descubrieron un nicho del sistema que estaba olvidado.

Créditos pequeños, pero no debemos olvidar que las playas están formadas por unos pequeños granitos que llamamos arena.

Con mucho dinero cualquier belinún puede hacer un gran negocio o recontrafundirse, pero el arte del comerciante está en ese nicho donde instalar su negocio. Hay miles de grande comercios que se hicieron con mucha voluntad e ingenio.

Un gran negocio gastronómico se formó tomando prestado el nombre de un negocio que era conocido por tal y no lo tenía registrado. La Pasiva, todos en aquella época le llamábamos La Pasiva a un bar tipo alemán que lo llamábamos así y no tenía tal nombre en ningún lado y al frente tenía un cartel que decía: “Frankfurter Caliente”, estaba al lado del cambio Messina, que ya no existe más, ni el cambio ni la frankfurtería, y largaron con una cadena de comidas al paso con el nombre de La Pasiva. Fue inteligencia, habilidad, voluntad, ingenio y audacia.

La cadena Mac Donalds creo que el estudio de mercado se hizo para instalarse en Montevideo fue en locales lo más cercanos posibles de La Pasiva. Es valor sabido que el local de La Pasiva de 18 de Julio y Ejido se vendió en una suma astronómica a una futura cadena de hamburgueserías a instalarse en el país.

Nunca más volví a ver a don Tobías, ya era un judío veterano en aquella época de la II Guerra Mundial, pero como el, muchos de la colectividad le dieron vida a una nueva forma de sociedad más consumista que la anterior.

5 comentarios en «Lo de Don Tobías»

  • ……….. creo que lo que está pasando es que , el sistema económico neoliberal está imperandoy mientras no lo cambiemos , seguirá conviviendo con nosotros “el consumismo”, que nos hace “felices” si compramos, no importa qué, pero comprando, somos “todos felices”. Éso trae aparejado la maldita frivolidad ………….

  • Si. Y habría que apoyar mas al almacenero de barrio. Pero si hay que salir con una lista, ,llevamos la tarjeta y cargamos en el supermercado, a no ser necios porque yo veo que todos lo hacemos. Y para comprar cosas puntuales y pelear los precios, vamos al almacen….que lo hago yo solo?

  • Sr. Jorge Mota: Creo que debe familiarizarse un poquito más con el diccionario, no tiene que ser necesariamente el de la Real Academía Española, sino con el Pequeño Larrouse Ilustrado, que nos ha ayudado tanto en nuestros primeros tiempos escolares y le ruego se sirva buscar las palabras “consumismo” y “frivolidad”, creo que se pueden unir solamente en su fobia contra el “sistema económico neoliberal” y su fobia contra el “consumismo”. Ud. agarró un artículo o columna o como quiera llamarlo que es sobre vida y costumbres y vive en el te acordás del almacén de la esquina y el hoy de los supermercados de las grandes superficies, politizó una cosa apolítica. Si yo puedo comprar cuatro camisas iguales al precio de una no le digo lo que hago con el boliche de la esquina por respeto a los demás lectores de este semanario. Todo últimamente es neoliberal y es un pecado ultramontano esa política que la aplicaron blancos, colorados y el frente amplio con el Dr. Vázquez. Bájese de la tribuna política y lea un poquito de lo que fue y de lo que es el país y capaz que encuentra algo mejor de lo que era y también algo peor de lo que era. Puede ir tranquilo a misa porque el dogmatismo ya lo tiene bien asimilado. Que tenga Ud. muy buenas noches.

  • 20 anios atras habia un don TOBIAS en cada eskina——–y tanbien unboliche———-y tanbien los choripanes galleguitos—-aora vamos con el plastikito y comramos en los shopin tranki———–con musica———-sin plata—-con dscuentos——–sumamos puntos—–con seguridad———-cargamos el auto————CHAU LOS DON TOBIAS——llegó mac donal….chau galleguitos.
    te salio bien el dibujito aciendo mandado———–
    ————ponga algo q le puedamos pegar——–asi no tiene gracia

  • Señor Claudio. Acepto su punto de vista y aunque no comparto algunas cosas, es muy bueno que se produzcan éste tipo de debates.
    Un abrazo, Claudio

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