No es rentable investigar sobre virus

Lo rentable es el producto, “la vacuna”.

Una vez descubierta una vacuna, desaparece el esfuerzo de investigación sobre los virus y sus mutaciones. ¿Está bien que esto continúe así?

La ciencia ha reconocido que el coronavirus, hace dos décadas que está instalado en el mundo. También ha reconocido sobre sus escasos recursos para continuar trabajando en la investigación sobre los diferentes virus y sus diversas cepas en las cuales continuamente mutan para poder procrearse y subsistir.

Desde el año 2002, existe el corona virus sobre la Tierra. Con el nombre de SARS (las siglas en inglés de síndrome respiratorio agudo severo), se instaló en la provincia china de Cantón. Este tipo de virus fue la causa del brote de una letal enfermedad. Y la nueva cepa del coronavirus, solo se trata de nuevas mutaciones de las anteriores. El corona virus actual, es la cepa 2019, por algo se denominó Covid-19.

Esta claro que la CIENCIA y el COMERCIO son dos JUGADORES importantes para toda sociedad. Sin embargo, mientras la ciencia es un servicio, el comercio es la herramienta donde la población adquiere los productos de la ciencia. Y los laboratorios de la CIENCIA, investigan, descubren y desarrollan, varios productos. Tanto para matar, como para entretener, como para salvar vidas.

Uno de los productos que provienen de los laboratorios de la ciencia, son las medicinas, son los que salvan vidas. Pero; ¿donde se vuelcan la mayor parte de los recursos en investigación?. Queda claro que en el área de la salud, donde consiguen mayores rentabilidades los laboratorios, es en las investigaciones para el desarrollo de cosméticos y productos de belleza.

No es rentable el esfuerzo de investigación sobre vacunas que nadie va a consumir hasta que la epidemia no es declarada.

Quienes ganan y quienes pierden

Si es verdad que el coronavirus se instaló dos décadas atrás en el mundo; ¿Porqué no tuvimos los esfuerzos de la ciencia trabajando en esa área?

Las rentabilidades de los laboratorios son directamente proporcionales a la cantidad de personas que consuman lo que ellos fabriquen. Y esa rentabilidad, es lo que les permiten no solo ganar dinero, sino adquirir y conservar a sus científicos como también adquirir todos los insumos y equipamiento de última tecnología.

Durante el 2002, se descubrió el patógeno que causaba la enfermedad Se trataba del coronavirus (SARS ) que se había originado en un animal y había pasado a los humanos. En pocos meses, ese coronavirus se expandió en 29 países, infectando a más de 8000 personas y matando a unas 800.

Alrededor del mundo hubo un reclamo general para saber cuándo estaría lista una vacuna para acabar con el letal virus SAR. Y entonces, solo entonces, Estados Unidos y Europa comenzaron a trabajar frenéticamente con sus laboratorios, para crear la inoculación para desarrollar la vacuna.

Una vez que se logró controlar la epidemia de SARS, el estudio de las vacunas contra el coronavirus fue abandonado.

Años después, en 2012, volvió a surgir otro letal coronavirus, el MERS-Cov , que causaba una grave enfermedad respiratoria, el MERS (síndrome respiratorio de Medio Oriente) que se originó en camellos y pasó a humanos. Y muchos científicos volvieron a insistir en la necesidad de tener una vacuna contra estos patógenos. Los gobiernos volvieron a poner recursos en la investigación, hasta que se desarrolló la vacuna, se vendió y nuevamente se cancelaron las investigaciones.

Hoy casi 20 años después, cuando un nuevo coronavirus, el SARS-Cov-2 , ya ha infectado a casi un millón y medio de personas, el mundo vuelve a preguntarse cuándo estará lista una vacuna.

¿Porqué demoran las vacunas?

Por la sencilla razón que la investigación se detuvo, eso significa arrancar todo de CERO.

Entonce la pregunta que debería estar sobre la mesa es la siguiente; ¿Si la letalidad de las gripes aumentan, porqué se interrumpen las investigaciones?

La explicación es tan real como material. Es horriblemente humana. El mercado (la gente) no compra investigación. Compra vacunas. Una vez solucionado el problema, no hay mas dinero para el proyecto de investigación.

Realizar el seguimiento de las mutaciones de los virus

En síntesis, la ecuación de la ciencia sería la siguiente; primero aparece la enfermedad del virus, luego comienza la investigación en los laboratorios hasta que aparece la vacuna. Una vez que la enfermedad se controla, no se venden más vacunas y se descontinúa la investigación sobre las mutaciones de ese virus. Se cancelan todos los proyectos.

Pensamos que a la vista de los estragos ocasionados por el Covid-19, tanto en pérdidas de vidas como en las economías del mundo, esta ecuación cambie y de una vez por todas los laboratorios hagan el seguimiento de las diferentes mutaciones de los virus.