Pirámides de Bosnia auténticas 2
Por Nico Medes
…Viene del número anterior
Bloques de conglomerado
Las primeras campañas arqueológicas
Para llevar a cabo sus investigaciones y dar una mayor credibilidad a sus proclamas, Osmanagic ha intentado rodearse de especialistas cualificados –en gran parte bosnios, pero también de otros países– provenientes de diversos campos de la ciencia. Asimismo, sus campañas de excavación, sustentadas con el esfuerzo de cientos de voluntarios, han sido dirigidas o asesoradas por arqueólogos, según consta en sus credenciales, si bien el más reciente jefe del proyecto arqueológico, el neocelandés Timothy Moon, procede del campo de la industria musical (!).
Los resultados de sus primeros cuatro años de excavación, recogidos en el informe realizado para el primer congreso internacional sobre las pirámides bosnias, se pueden resumir en los siguientes puntos:
1. Características geométricas y orientación de las pirámides
A partir de las imágenes aéreas y por satélite de las colinas, Osmanagic afirma que los lados inclinados de forma triangular son indiscutibles, y si bien este rasgo no es extraño en la naturaleza, la conjunción de estas formas en lados opuestos es algo fuera de lo normal. Estas imágenes confirmarían la anomalía de que en cinco colinas del valle se pueden distinguir dos o más lados claramente triangulares. Además, se pueden apreciar algunos elementos que apuntan a la existencia de una estructura en terrazas o escalones con una plataforma en la parte superior.
Por otro lado, una característica típica de las pirámides en todo el mundo es la ajustada orientación de los lados a los cuatro puntos cardinales. Osmanagic se apoya en un estudio del Instituto Geodésico de Bosnia Herzegovina de 2006 para afirmar que la Pirámide del Sol está perfectamente orientada al norte estelar con un error inferior a un grado. El resto de pirámides también presentarían esta misma característica, si bien la precisión exacta no ha sido medida o publicada.
Finalmente cabe resaltar que Osmanagic ha puesto de manifiesto que la unión de las cimas de las tres pirámides principales (Sol, Luna y Dragón) forma un triángulo equilátero de 2,170 kilómetros de lado, una alineación geométrica que a su juicio no debe ser “natural”, sino muestra de un plan constructivo.
2. Análisis geológico-sedimentarios
Ya a finales de 2005 se habían llevado a cabo diversos análisis del terreno a partir de perforaciones de núcleos (“core drilling”) y de sondeos mediante catas, que tuvieron su continuación en 2006 y 2007. Estos trabajos confirmaron las primeras observaciones, según las cuales la superficie de las pirámides está compuesta de losas o bloques de arenisca y breccia (una especie de conglomerado multicolor [5]), que de alguna manera fueron manufacturados como si se tratara de cemento. Para Osmanagic no hay duda de que la superficie plana de estos bloques constituía el revestimiento de la pirámide.
Por otra parte, unas mediciones de inercia termal revelaron que las colinas-pirámides estarían formadas por un material poco consolidado o denso y con cavidades internas, lo que estaría justificado en el caso de una estructura artificial.
3. Análisis de radar y geo-radar
Las pruebas realizadas mediante RADARSAT y sistema de radar SPOT sugerían la presencia de ciertas alineaciones que podían ser tomadas como indicio de terrazas, muros, pasadizos, cavidades o cámaras situadas en el interior de la estructura de la Pirámide del Sol. Igualmente, unos trabajos de georadar implementados en el invierno 2006-2007 por técnicos serbios y alemanes detectaron hasta 44 anomalías en todo el valle de las Pirámides, en forma de terrazas, escalones, pasadizos, etc. Asimismo, Osmanagic hace referencia a fuentes militares que aseguran que en situaciones de bombardeo de artillería (durante la guerra de Bosnia) se habían detectado vibraciones del suelo, ecos, y movimientos del terreno cada vez que la colina sufría impactos.
4. Pruebas de tipo geoarqueológico
En lo que sería propiamente la labor arqueológica de excavación, Osmanagic ha invertido muchas horas de trabajos de técnicos y voluntarios [6]. La mayoría de esfuerzos se han centrado en la Pirámide del Sol y en menor grado en la de la Luna; por su parte, los túneles también han sido objeto de atención prioritaria, especialmente en los últimos años.
Supuestas losas artificiales
La mayor parte del trabajo se ha realizado a base de excavar catas o trincheras con la intención de localizar directamente los famosos grandes bloques de revestimiento (lo que sería “destapar” la parte exterior de la pirámide). Y, efectivamente, en las pirámides principales se han localizado diversas zonas con revestimiento inclinado o pavimento horizontal. Los análisis realizados sobre este material por parte de varias instituciones científicas (Instituto de Ingeniería civil de Tuzla, Instituto de materiales de la Universidad de Zenica e Instituto de la Construcción de la Universidad de Sarajevo) han sugerido que se trata de un antiguo material sintético, o sea, algún tipo de cemento. Según el profesor Muhamed Pasic, de la Universidad de Zenica, “la arcilla moderadamente cocida mezclada con agua posee cualidades aglutinantes.” Sin embargo, más allá de estos pavimentos o revestimientos (la mayoría en forma de “terrazas”), prácticamente no se han encontrado estructuras reconocibles, con excepción de una pequeña cisterna o similar de 3 X 2 metros y un indicio de muro, ambos en la Pirámide de la Luna.
Túnel Ravne
En cuanto a los túneles, Osmanagic recuerda que en varias pirámides de todo el mundo se han localizado túneles bajo la estructura, y que en la mayoría de los casos apenas han sido investigados. Los trabajos realizados en Visoko mostraban la existencia de un complejo sistema de túneles que conectaría todas las grandes construcciones de la zona. Por si fuera poco, afirma categóricamente que tales túneles no son viejas minas y que parecen remontarse a mucho antes de las épocas romana o medieval. Los trabajos han descubierto dos redes principales de túneles, Ravne y KTK, ambos construidos con material conglomerado [7]. Ravne, cuya entrada está a unos 2,5 kilómetros de la Pirámide del Sol, fue el primero en ser descubierto (2006) y se ha excavado en una extensión de unos 200 metros. En su interior se han hallado algunos pocos objetos, marcas de una posible escritura y hasta dos extraños monolitos bautizados como “K1” y “K-2”.
Sobre el hallazgo de artefactos, los resultados han sido más bien modestos, como admite el propio Osmanagic. Aparte de los supuestos monolitos, se han extraído algunos pequeños objetos o utensilios de piedra, piedras grabadas con signos o marcas, alguna estatuilla, un posible “amuleto”, y una especie de “mini pirámide” hecha de arcilla y con decoración incisa.
5. Dataciones de radiocarbono
Un aspecto crucial para dar empaque a todo el proyecto de Osmanagic era la datación de los restos, pues él ya sostenía desde 2005 que las pirámides eran extremadamente antiguas, anteriores al final de última era glacial. Así pues, desde el principio se afanó en obtener dataciones fiables mediante carbono-14.
Los primeros análisis, a partir de muestras de estratos del suelo de la colina, apuntaban a una antigüedad estimada de unos 12.000 años [8]. Posteriormente, en 2008, un fragmento de madera hallado en el conglomerado del complejo de túneles Ravne fue datado por dos laboratorios distintos (Kiel Lab en Alemania y Gliwice Lab en Polonia), dando fechas entre 31.000 y 34.000 años de antigüedad. Con todo ello Osmanagic ya pudo afianzar y pregonar la exclusividad de su yacimiento de forma sensacionalista, pues tal cronología superaba con creces todo lo aceptable por las visiones ortodoxas.
Últimos resultados
Monolito hallado en uno de los túneles
Los trabajos de los recientes años (2009-2014) no parecen haber aportado grandes novedades. Básicamente lo que Osmanagic ha buscado es confirmar sus tesis con nuevas pruebas técnicas, y en este sentido presenta un estudio llevado a cabo en 2009 por el Politecnico di Torino (Italia), según el cual los bloques estarían realizados con un cemento de alta calidad, superior incluso al cemento moderno.
El trabajo en la Pirámide del Sol ha seguido en la línea de ir descubriendo la extensión del enlosado de cemento y la profundidad a la que aparece, que parece no ser uniforme, seguramente por el efecto de la erosión. A su vez, se ha trabajado bastante en los túneles y se han descubierto bastantes artefactos, la mayoría de piedra [9]. En particular se ha magnificado el hallazgo, a 180 metros de la entrada del túnel Ravne, de un gran monolito denominado “K-5”, al que se le ha concedido un peso estimado de 25.000 kilos, junto con restos de posibles muros, lo que sugeriría que en aquel lugar hubo ocupación humana. Asimismo, se ha puesto bastante énfasis en algunos objetos que mostraban signos de escritura o similar, lo que ha permitido afirmar que se está trabajando en “tres nuevos lenguajes simbólicos”.
En lo referente a las últimas dataciones, ha habido alguna disparidad. Por un lado, unas muestras orgánicas tomadas en 2011 de la Pirámide de la Luna arrojaron unas fechas en torno a 10350 a. C., según los datos brindados por el Instituto de Física del Instituto de Tecnología de Silesia. Por otro lado, en 2012, se halló una hoja fosilizada en un bloque de conglomerado de la Pirámide del Sol, y en este caso la datación –realizada por un laboratorio de Kiev (Ucrania)– dio una antigüedad de 24.800 años (± 200 años), lo que ofrecía la fecha más antigua para las pirámides, aunque un poco más moderna que los túneles. A su vez, las más recientes dataciones mediante radiocarbono, de 2013, han vuelto a dar ciertas oscilaciones: así, las nuevas muestras apuntan a una antigüedad de 29.200 años (± 400 años) para la Pirámide del Sol y de unos 20.100 años para el complejo de túneles de Ravne.
Por último cabe resaltar que Osmanagic ha dedicado estos años recientes a promover un mayor acercamiento del público en general al yacimiento, lo que ha conseguido mejorando los accesos hasta los lugares de excavación e incluso creando en 2013 el primer “Museo” con los artefactos hallados hasta la fecha.
El componente “piramidológico”
Sin ánimo de ser despectivo por usar este término, me referiré brevemente a otra vertiente de las investigaciones de Sam Osmanagic, que se sitúan en un terreno aún más heterodoxo que el anterior, por cuanto entran de pleno en aspectos relacionados con las energías piramidales o telúricas u otros fenómenos afines no reconocidos por la ciencia, a veces enviados directamente al saco de la pseudociencia o bien al de las creencias de tipo “New Age”. Por supuesto, no hace falta recalcar que este tipo de investigación todavía le ha condenado más como hereje o charlatán a ojos académicos.
De todos modos, para dar un contexto adecuado a este punto, es obligado mencionar que Osmanagic tiene un concepto de las pirámides bastante apartado de los modelos académicos, pues rechaza las habituales explicaciones sobre su datación y su función (sobre todo en Egipto, por la función funeraria) y cree que los arqueólogos siguen empeñados en defender cosas insostenibles. Por de pronto, quizás por influencia de la arqueología alternativa más esotérica, dijo en su momento que los mayas procedían de las Pléyades y de la Atlántida. Pero más allá de estas afirmaciones, Osmanagic comparte la idea con otros autores quizá más moderados de que existió una civilización muy avanzada en una cierta Edad de Oro, que luego desapareció totalmente, dejando algunos vestigios como las propias grandes pirámides.
Y puesto que él considera que las pirámides son quizá el legado de una ciencia más elevada, se ha preocupado de identificar las propiedades especiales (“energéticas y espirituales” según consta en su web) que presentan estos monumentos en el ámbito del electromagnetismo y los ultrasonidos. Así pues, Osmanagic ha llevado a cabo los siguientes trabajos:
1) En 2010 un equipo de físicos croatas –liderado por el profesor Slobodan Mizdrak– documentó la existencia de un haz o rayo de energía, de unos 4,5 metros de radio, que procedía de la cima de la Pirámide del Sol y que resonaba a intervalos regulares de 4,2 Khz hasta una frecuencia de 28 Khz. Según Mizdrak, estas ondas observadas en la cima de la pirámide son de naturaleza no hertziana, longitudinal y escalar.
2) En 2011, otros expertos italianos y finlandeses detectaron en el mismo lugar fenómenos de ultrasonidos.
3) En la red de túneles se ha podido constatar que no hay rastro de radiación negativa, ya sea de tipo cósmico, radioactividad natural o bien radiación procedente de las aguas subterráneas. Es por tanto, “uno de los lugares más seguros del planeta para la protección de la salud.”
Con todo esto, Osmanagic afirma en su web sin tapujos que: “el antiguo pueblo que construyó estas pirámides conocía los secretos de la frecuencia y la energía. Usaron estos recursos naturales para desarrollar tecnologías y emprender construcciones a una escala que no hemos visto antes sobre la Tierra.”
En otros aspectos de tipo heterodoxo, Osmanagic también ha encontrado una correlación entre la disposición geográfica de los monumentos del valle de las pirámides y un sistema basado en una cuadrícula de 8 X 8, o de 16 vientos, o sea, el mismo método empleado en tiempos antiguos para la navegación y la cartografía. Y para añadir más elementos de corte claramente “alternativo”, Osmanagic saca a colación una cierta geometría sagrada de la zona, con referentes astronómicos o astrológicos, y a la aparición de unas grandes esferas de piedra sospechosamente parecidas a las famosas esferas de Costa Rica.
Continua en el próximo número
Parece que estan haciendo un gran trabajo pero pregunto: porqué tiene tan poca difusion estos descubrimientos en los noticieros internacionales?
Buena pregunta JJSEMIL, pero no habría que hacerla a El Reporte, sino a la otra prensa. La que lucra con la viejita que le robaron el monedero o con el texita que se le llevó las valijas al turista. No te parece. Hay cosas que se venden al público general y esta es para público inteligente y con ganas de aprender