19 abril 2024
MUNDO

Una China sin Muralla

Las cosas no ocurren solas uno por lo general las provoca. No sé que me dio por entrometerme nada más, ni nada menos, que con Concepción Zorrilla de San Martín Muñoz del Campo, que entre nosotros los uruguayos se abrevia China Zorrilla.

Mirando en su árbol genealógico aparte de ser hija del escultor José Luis y nieta del poeta Don Juan, por el lado de su madre Guma Muñoz del Campo entre sus antepasados figuran una Sra. Cipriana Herrera Basabilvaso, hermana del Coronel Luis de Herrera Basabilvaso (antepasado del Dr. Don Luis Alberto de Herrera), pero también Daniel Vidal Villagrán Artigas (don José Gervasio Artigas era casado con su prima Rosalía Villagrán) y para completar los antepasados ilustres aparece María de la Concepción Batlle y Carrió, hermana de don José Batlle y Carrió, abuelo de don José Batlle y Ordóñez y hay unos cuantos Muñoz por ahí que se me deben haber escapado, entre otros, porque soy un buen lector de historia, pero no tengo estudios curriculares en la materia.

Claro que China no hizo absolutamente nada para tener este árbol con tantas ramas y sus méritos son absolutamente propios y que supo aprovechar el ambiente artístico familiar y su crianza parisina y a sus veintipocos años de edad estudiando en Inglaterra. Eso les ocurre a pocos, desgraciadamente y muchos no lo saben aprovechar.

Lo grande en ella, era algo que traía dentro de sí, desde su tierna infancia, donde ella misma contó, una anécdota trasmitida por Guma madre, que estando en París, en un espectáculo circense, un tanto grotesco, una payaso o un clown, en su número tiraba tinta como si fuera sangre y ella se desesperó y sus padres le explicaron que no era sangre sino tinta y ella dijo que eso no le importaba, que ella quería estar en el picadero o en el escenario.

Para no perder la costumbre, los argentinos la consideran una actriz uruguaya radicada desde 1971 en la Argentina, no tienen en cuenta mucho los 49 años que estuvo en su tierra, en la Comedia Nacional, ni el Teatro de la Ciudad de Montevideo, con Taco Larreta y Enrique Guarnero, ni el Galpón, ni les cuesta mucho y la consideran la Gran Dama del teatro rioplatense.

En 1971 ya tenía 28 años de tablas y aquí también la dirigieron Margarita Xirgú, Pepe Estruch,(dos grandes que nos dio la Revolución Española) Armando Discépolo y Orestes Caviglia, entre muchísimos otros.

Trabajó en el cine, en el teatro en la televisión, produjo, tradujo, adaptó y dirigió obras de teatro como “Ha llegado un inspector” y “Esquina peligrosa” de Priestley y con el Sodre las óperas “La Bohème” de Puccini y “Un ballo in maschera” de Verdi.
Nosotros tenemos imágenes en nuestra formación escolar de su abuelo diciendo “La Leyenda Patria” (base para el escultor italiano Zanelli para que se formara una idea para desarrollar el mausoleo a Artigas), en la Piedra Alta de Florida, también con su Tabaré, aquella leyenda trasandina convertida en charrúa y este es el producto mestizo de la relación del cacique Caracé con la española Blanca de Orgaz.

No podemos imaginar que fuera un hombre tan sobrio como el que nos enseñan, fundador del Club Católico, la Unión Cívica, el Bien Público, todo con olor a incienso y cuando se cruzaban con don Pepe Batlle, también descendiente de una de las ramas del mismo árbol le gritaba: “¡Adiós Pepe!. ¡Mañana te voy a ir a buscar para ir juntos a misa!”. Y el Batlle que me imagino en su sobretodo le contestaba “¡A las 8 en punto!”
Por cierto eso no lo aprendimos de niños pero marca mucho lo que es nuestra democracia. Un ex Presidente siguiéndole la chanza a un político que estaba en la otra línea de su pensamiento. Pero por formación los uruguayos somos así.

Tenemos a una China que vino de Buenos Aires al sepelio de su padre, en plena dictadura. Cuando al poco tiempo intento subir a las tablas un simple (en sus dos sentidos) comisario se lo impidió y la notificó que no podía actuar más en el territorio nacional.

China firmó y como lo hace habitualmente bajo su firma puso “paz”. Marchó presa porque el simple, anteriormente referido, quién sabe que interpretó, con eso de escribir “paz” en tiempos de “guerra”.
Los Zorrilla se movieron y fue liberada a las pocas horas con una grosería indigna mediante.

Me considero audaz al escribir de este personaje que lo disfrute en la Comedia Nacional, en el Solís, con las entradas que podíamos pagar siendo estudiantes (platea por cierto) o en el Teatro de la Ciudad de Montevideo, en el hoy incendiado y abandonado Odeón, que costaba un poco más, pero igual se podía, con el Taco Larreta, Guarnero y un elenco importante. El Odeón de acuerdo a nuestra tradición volverá a ser teatro dentro de 50 años, con una ubicación privilegiada entre la Iglesia de Lourdes y el Círculo de Armas, cuadra hermosa, tapada por el edificio del Banco Central.

China tuvo sus amores, uno del que prescindió por no prescindir de su carrera vocacional de las artes y otro amor por el cual hubiera abandonado todo, fue un imposible, pero por no causar daños a terceros prescindió de él. Hoy está muerto y ella nunca lo nombró, aunque su nombre se sabe, porque en Montevideo, todo se sabe, yo tampoco lo haré porque no soy quien para hacerlo.

En su estadía en EEUU se le atribuyeron amores con el pelirrojo Danny Kaye, aunque a ese ídolo cómico de las matinées infantiles le atribuían ciertas debilidades incompatibles con el sexo femenino o competitivo con él.

De sus palabras surge un don de gentes natural, como cuando cuenta que en la posguerra perdió la libreta de racionamiento y en Londres ese no era un problema menor dado que no era fácil sobrevivir. Fue a la comisaría y planteó el tema que era estudiante y le preguntaron que había pasado con la libreta y dijo: “La perdí”. El comisario abrió un cajón y le dio otra libreta y le dijo que no la perdiera. Esa fue su lección inglesa por la cual si habían confiado en ella, no los podía defraudar y sobre todas las cosas viendo la miseria que la rodeaba. Ahí la viveza criolla hubiera sido nociva para la salud pública.

Es de sentimientos amplios ve reír y se ríe, ve llorar y llora.
Con el paso de los años dice que odia dos cosas, la injusticia social y las escaleras.
La pesan las piernas y pensar que la recuerdo en la sala del Galpón de 18, en una obra de Noel Coward basada en la correspondencia del viejo zorro George Bernard Shaw y una gran actriz de la época.
Los maquinistas habían dejado por descuido una punta de una alfombra doblada hacia arriba, como para al pasar pisar una parte y enganchar el otro pie en la otra y al suelo y hacer el ridículo en el escenario. Caerse en la calle es más que suficiente para tal cosa a pesar del anonimato.

China en plena obra, en pleno diálogo, al pasar le da una patada a la alfombra y la deja como debía haber estado al principio, eso es escena, eso es oficio.
El monólogo “Emily” de William Luce sobre la poetiza norteamericana Emily Dickinson, traducido al español por la gran Silvina Ocampo, la obra de Dickinson se publicó póstumamente, en su vida nadie la consideró poetiza, sino profesión labores.
Emily tiene una frase que si todos la tuviéramos presente el mundo sería más sabio, más pacífico, más ponderado.
“La palabra es como el pájaro no vuelve a ser huevo”. O sea, lo dicho, dicho está y no hay marcha atrás.

Con “Emily” recorrió Argentina, debutó post dictadura en Montevideo, ambos países enteros y Latinoamérica finalizando la gira en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas y luego Miami, Tel Aviv, San Juan de Puerto Rico y en Barcelona.
En 1995 (73 años) en el Colón, China reflotó, el papel recitante de Igor Strawinsky, que Silvina Ocampo estrenó en 1936 en la ópera ballet Persephone.
Su obra y condecoraciones surgen en forma muy amplia en Wikipedia.
Ella dice que todos los días cuando se despierta hay una canción de Serrat que se llama “Hoy puede ser un gran día” y cuando mira su agenda, sindica el día en que está y dice “duro con él”.

Su amor por los perros la hace describirlos como seres que no hay nada que dé tanto como ellos y que piden tan poco.
Dice que está viviendo una vida feliz y que normalmente se tendría que morir pronto. Solo quiere ver a la gente reírse y que en su vida hizo tanto, pero tanto de lo que quería hacer, que no puede quejarse de las cosas que le quedaron por el camino.

3 comentarios en «Una China sin Muralla»

  • hola. Grande la CHINA porque triunfo en argentina pero es uruguaya, para ellos rio-platense. Estoy esperando a los periodistas argentinos cuando presenten a maestro digan EL EX TECNICO DE BOCA. ya lo van a decir.-

  • ja ja ja ———–lo importante es que alla china pa rato———–lo otro no creo———–

  • Está muy bueno Lorenzo esto de hacer los homenajes de las personalidades cuando éstas todavia viven. Hay que seguir así. Pienso que el mejor tributo que se le puede hacer a un artista es éste que estas haciendo, mostrar el lado de la persona y sin dejar de lado el reconocimiento que esta sección ya hace por los grandes artistas y personalidades que ya no están.
    Saludos

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