Underworld: guerras de sangre

Había que ponerle punto final a la saga, de todas formas, los amantes de la saga no quedarán decepcionados.

Es el quinto film con un cambio fundamental, es dirigido por la cineasta alemana Anna Foerster.

Esgrimiendo el área que más conoce dentro de la industria que es la fotografía y los efectos visuales (Día de la independencia 1996 – Alien; Resurección 1997), entre otros destacados films a la cual Anna Foerster aportó su área de trabajo, en Underworld: guerras de sangre, se ven esos cuidados detalles.

Sobre la trama en si del film protagonizado esta vez por Kate Beckinsale, Theo James, Charles Dance, Lara Pulver y Tobias Menzies, la trama gira por el tema del título de la película, que son los acontecimientos con Guerras de sangre (Bloow Wars) suponiendo, en cierta manera, un reinicio para la historia y elevando al personaje de Selene (Kate Keckinsale) a un nuevo nivel.

Los que son “profanos” en la materia y no vieron las cuatro entregas precedentes: Underworld (2003), Underworld: Evolution (2006), Underworld: la rebelión de los licántopos (2009) y Underworld: el despertar (2012).

Buenas noticias: sí. Como es lógico habrá un montón de personajes que desconocerán, pero un breve prólogo sirve, en forma de flash-back, para situarnos; Selene es una prófuga, ha perdido a su gran amor y ha renunciado a su hija para protegerla.

Ha pasado de ser de una respetada guerrera, a vivir en la clandestinidad huyendo mientras que la guerra entre vampiros y licántropos se recrudece.

Aquellos exigentes que recuerdan las 2 primeras, Underworld (2003), Underworld: Evolution (2006), ambos dirigidos por el director y guionista Les Wiseman, quizás se queden con ‘gusto a poco’, de todas formas esta quinta y última entrega de la saga es sumamente entretenida.