6 diciembre 2024
MUNDO

Abejas imprescindibles

Para la vida en el planeta. El 40% de las frutas y verduras que comemos proceden de la polinización apiar.

El 75% de la flora silvestre se poliniza gracias a las abejas y casi el 40% de las frutas y verduras que comemos procede de la polinización, que realizan estos insectos en declive por un “cóctel” de amenazas como los plaguicidas, transgénicos, el ácaro varroa, e incluso la mala acción de apicultores inexpertos.

Así lo han expresado diversos expertos consultados, que han coincidido en destacar que estos insectos, a menudo molestos, para los habitantes de las ciudades son imprescindibles para la vida.

En lo que me es personal y a pesar de ser una habitante urbano, un día me atacó no se por qué, una abeja y me picó en el pabellón de una oreja.

Sentía el zumbido de sus alas pero no la podía ver, porque había pasado el campo visual, pero el dolor era espantoso y terminé con una inyección con un antialérgico, que me hizo dormir un día entero.

Hago mal, pero cuando las veo moribundas en la vuelta, las mato, porque moribundas y todo atacan.

A pesar de que la investigación del ahora conocido “Síndrome de despoblamiento de las colmenas” se inició en 2005, a día de hoy aún no se conocen las causas de esta paulatina disminución de las abejas de la miel.

Los científicos insisten también en la pérdida económica que supone la disminución de estos insectos.

Los científicos insisten también en la pérdida económica que supone este fenómeno y afirman que toda la actividad económica que genera la existencia de las abejas mueve alrededor de unos 10.000 millones de euros anuales.

Aquellos que están involucrados en el mundo de las abejas y conocen su problemática se han puesto manos a la obra para intentar concientizar a la sociedad de la importancia de su cuidado, coinciden desde investigadores a responsables de colmenas.

“Si no existieran polinizadores naturales como las abejas, no habría plantas, sin ellas no existirían los animales herbívoros y sin éstos, los carnívoros tampoco, por lo tanto al hombre le quedarían muy pocas posibilidades de sobrevivir sin estos insectos”.

La polinización es fundamental para que las plantas en flor produzcan cualquier tipo de semilla y de frutas. El intercambio de polen entre las flores, tiene el objetivo de la reproducción, es un proceso fundamental para el mantenimiento de la vida sobre la tierra.

La gente cultiva algunas semillas para su alimentación, como por ejemplo, las oleaginosas, nueces, leguminosas, tales como los porotos y las lentejas, y los granos básicos, como el arroz y el maíz. Otras cosechas producen frutas que se desarrollan con la semilla, por ejemplo los cítricos, las manzanas y el tomate. Se necesitan semillas para la producción de nuevas cosechas y para mejorar su misma calidad a partir de programas de selección de plantas.

Para la reproducción vegetal se necesita el traslado del polen desde las partes masculinas de una flor, hasta los estigmas, o sea, sus partes femeninas, ya sea de la misma planta o de otras plantas que se encuentren a cierta distancia las unas de las otras.

Después de miles de años de evolución y de adaptación a los ambientes locales, cada especie vegetal tiene exigencias específicas para el transporte de su polen; muchas de las cuales dependen de los insectos forrajeadores que lo trasladan de flor en flor.

Muchas especies de insectos visitan las flores para buscar su néctar o polen; y mientras lo hacen, transportan los gránulos que contribuirán a la polinización. Las abejas melíferas son insectos polinizadores altamente eficaces:

tienen el cuerpo cubierto de pelos que recogen fácilmente miles de gránulos de polen cuando se mueven al interno de las flores;
visitan solamente una especie de flor durante cada uno de sus viajes;
cada abeja recoge la cantidad suficiente de polen para su propio alimento y también para las necesidades de la colonia. En una sola jornada una abeja puede visitar miles de flores de una misma especie, recogiendo el néctar y el polen y esparciendo interminablemente los gránulos de polen por todas las flores.

La polinización cruzada es el transporte del polen de una planta a otra. Es necesaria cuando los sexos masculino y femenino no se encuentran en la misma planta, como por ejemplo el melón, o cuando éstos aparecen en diferentes períodos del florecimiento de una misma planta, como por ejemplo la palta.

Muchas variedades de árboles frutales dependen de la polinización cruzada. Estos deberían ser cultivados de tal forma que el árbol polinizador esté cerca del plantío principal. La producción de semillas híbridas en escala comercial crea una necesidad especial de polinización cruzada por insectos: se necesita una gran población de insectos para el intercambio del polen desde las hileras de plantas masculinas hasta las hileras de plantas femeninas.

La polinización afecta la calidad y la cantidad del cultivo

La cosecha cambia en relación con el grado de beneficio que recibe de la polinización cruzada por insectos. Algunas cosechas, se polinizan autónomamente, pero tienen una mejor productividad si son polinizados por insectos.

Otras, tales como el girasol, el trébol, las habas y los melones dependen completamente de la polinización por insectos y de no ser así no tendrían producción.

Una adecuada polinización por insectos influye tanto en la cantidad como en la calidad de la cosecha: sin embargo las frutas pequeñas manifiestan siempre una polinización insuficiente.

Una adecuada polinización por insectos asegura también que en caso de florecimiento precoz estas flores produzcan semillas. Como resultado se tendrá una cosecha temprana y todo el tiempo máximo necesario para su maduración.

Con un grupo de amigos íbamos a una quinta de un amigo, que la utilizaba para su recreo y comíamos nuestros buenos asados y el amigo la había dado en medianería a un productor que había plantado morrones, para con el producido abaratar los costos de mantenimiento de la quinta.

Las abejas polinizaron las flores de los morrones, pero con polen de ajíes catalanes o cuernos de chiva, chiles que le dicen en Latinoamérica. La cosecha que aparentaba de una abundancia no común, no sirvió para nada porque los morrones había heredado el picante de los ajíes picantes. Eran de una inocente apariencia y un incendio en la boca del que osara comerlos.

La polinización puede ser tan importante para la producción como el agua o los fertilizantes agrícolas. A pesar de las mejorías alcanzadas con el uso de los cultivares y de la irrigación, la polinización puede ser el factor limitante de la calidad y cantidad de la cosecha.

Los mismos agricultores pueden contribuir a la protección de las abejas melíferas y de su hábitat, siguiendo los siguientes consejos:
seleccione y utilice los pesticidas con sumo cuidado; la destrucción de los insectos polinizadores naturales comporta el riesgo de una disminución en la productividad futura;

nunca utilice insecticidas cuando las flores estén abiertas; los insectos se posan en las plantas florecidas y son envenenados por estos productos químicos. Si es indispensable el uso de un pesticida, se recomienda su aplicación cuando las flores estén cerradas; deje que las plantas silvestres florezcan en las zonas incultas, porque contribuyen a la alimentación de los insectos en busca de forraje;

ayude a volver el hábitat más aceptable para la construcción de nidos y la hibernación de los insectos polinizadores.

Se necesitan más insectos polinizadores

Las prácticas intensas de agricultura disminuyen el número de polinizadores naturales, incrementando paradójicamente la necesidad de estos mismos.

Los campos extensos incrementan la necesidad de polinización mientras una cosecha está floreciendo, sin embargo disminuyen la capacidad de la población de insectos locales de polinizar adecuadamente.

La tendencia a concentrar cultivos particulares en ciertas áreas intensifica esta situación porque, cuando la mayoría del cultivo no ha florecido aún, serán necesarias otras fuentes de sustento para los insectos. En países de clima templado, los monocultivos en grande escala han incrementado la necesidad de la polinización, sin embargo han disminuido las poblaciones de polinizadores naturales.

Un dilema similar está surgiendo en los países tropicales, donde el incremento de la mecanización en la agricultura ha aumentado las áreas cultivadas. Sin embargo, en las zonas tropicales el período de floración es más largo y menos intenso que en las regiones de climas templados.

Cuando las condiciones de crecimiento son favorables, las mismas especies del cultivo pueden coexistir en una secuencia de estados de crecimiento.
Muchos árboles florecen y producen sus frutos durante todo el año, por lo tanto aunque la producción sea mayor en determinados períodos, las abejas encontrarán siempre sus fuentes de alimento.

El incremento del monocultivo en las zonas tropicales significa que la floración será más concentrada, necesitando grandes poblaciones de polinizadores en períodos de tiempo más breves. Sin embargo, las fuentes de polen que permiten la polinización cruzada existen en estado natural en pequeñas fincas mixtas, y es necesario echar a andar disposiciones especiales para la polinización de las cosechas en las grandes extensiones de monocultivos.

Este tema y los millones de abejas que mueren por alimentarse de productos de Monsanto merecen un artículo aparte.

Un comentario en «Abejas imprescindibles»

  • Drones polinizanadores? es una solucion actual sale caro pero tienen mas tiempo de vida que las abejas y no te pican la unica es la miel abria que ver otra forma de obtenerla

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