Donald Trump ante la doble vara de la censura

El presidente de los EEUU acostumbrado a denunciar fraudes electorales en otros países no logra tener la misma libertad en su propio país

El magnate Donald Trump se convirtió el 20 de enero de 2017 en el presidente Nro 45 de los Estados Unidos y en la misma fecha del 2021 culminar su mandato. La herramienta de comunicación habitual para dar sus ideas al mundo son las redes sociales. Manejaba asiduamente tanto Facebook, como Instagram, Telegram y Twitter. Y entre ellas, su preferida era Twitter.

Tanto previo a las conferencias de prensa, como luego de ellas, Trump jamás dejó de decir aquello que pensaba en sus redes sociales. A la hora de cuestionar elecciones de otros países, desde sus redes sociales estuvo presente y siempre dijo lo que pensaba.

Publicar en Twitter la existencia de fraude y alentar disconformidad y enfrentamiento sobre las instituciones cuando se trata de otros países, parece que no son vistos como actos que generen violencia por las redes sociales. Muy por el contrario, siempre fueron vistos como ejercicio republicano en defensa de aquellos ciudadanos descontentos, o que se sentían despojados por supuestos fraudes electorales.

Esta vez solo usted ve fraude señor Trump

Porque su tarea mediática en las redes sociales dirigida a desprestigiar y tergiversando información a opositores o instituciones de diversos países del mundo como Brasil, Argentina, Bolivia (entre otros), incluso China, no era cuestionada. Ese gran servicio de la libre expresión de la democracia y el republicanismo, hoy en su país le fue cancelado, amordazado y arrebatado.

¿Qué cambió se preguntan sus partidarios votantes republicanos?

No olvidemos que Donald Trump, fue apoyado en las urnas por 75 millones de estadounidenses republicanos. ¿Recuerdan?… “Quienes voten a Biden estará votando a Maduro. No queremos ser Venezuela”. Debemos pensar, que millones de esos votantes sienten que su presidente tiene razón y que le robaron las elecciones.

Sin embargo cuando este tipo de supuestos fraudes Trump los comentaba en sus redes que sucedían generando ese odio a otros países, tanto el partido Demócrata como el propio Republicano lo aplaudía desde los medios de información.

Estos hábitos de denunciar fraudes, generar conflictos y movilizaciones para acomodar a gusto elecciones se fueron arraigando en el sentir de los estadounidenses. Hoy ya forman parte de su ADN cultural. Nadie puede sorprenderse entonces, cuando su presidente pone en dudas los resultados de las urnas en su propio país.

Porqué pierde la libertad de expresión

Cuando Donald Traump se expresaba libremente y con su mismo estilo sobre las elecciones de otros países, nunca tuvo un problema. Pero cuando se manifiesta en su país de la misma forma, las organizaciones de comunicación del sector privado lo silencia y le impiden expresarse. Esas mismas organizaciones privadas que lo silencian hoy, son las que sostenían antes todo lo contrario. Que el mandatario podía decir y opinar lo que se le plazca porque existe la libre expresión.

Parece que la libre expresión esta regulada y el nivel lo marca el sector privado. En cuanto que esto sea así, quizás hayan puntos de vista a favor y en contra. Sin embargo lo preocupante es la doble vara con que se mide esa libre expresión, porque ya vimos que no existe un criterio único. Donald Trump solo es censurado por decir que no estaba de acuerdo con los resultados de sus elecciones y llamar a sus votantes a defender su visión de la democracia. ¿Acaso no es lo mismo que hizo siempre con las elecciones de otros países?

Pienso que estamos dejando un mal precedente al permitir que un sector privado sin representación tomen tamañas atribuciones. Siempre hay un mañana. Y si hoy tienen la fuerza para cancelar las expresiones de forma conveniente de un presidente; ¿que harán mañana?