Drogas en Hollywood

Advertencia preliminar: Estimados lectores el artículo como lo establece el título, se refiere exclusivamente a los ricos y poderosos de Hollywood y en nada se compara con la situación de nuestro país y nuestros adictos.

Bien dice el refrán que de buenas intenciones está empedrado el infierno.

Cómo podría correrle por la cabeza a Martín Sheen, un hombre meritorio, de trabajo, el que llegó con muchísimos sacrificios, que para su vida de actor cuando adoptó el apellido Sheen, lo hizo en memoria y homenaje de aquel arzobispo católico y teólogo, Fulton J. Sheen, sin pensar lo que le depararía la vida.

Tuvo cuatro hijos, con su esposa, llamados Emilio Estévez, Ramón Estévez Jr., Renée Estévez y Carlos Irwin Estévez, conocido en el mundo cinematográfico como Charlie Sheen.

Por las altas notas que Charlie obtenía en la Santa Mónica High School, destacado además en el pitcher estrella y shortstop del equipo de béisbol, a los 16 años de edad le regaló una BMW.

La fábrica de automóviles, como la buena intención del padre, no tienen para nada la culpa, de lo que vino después, el derrumbe escolar de Charlie, el que al disponer de más libertad y con el tiempo más aventuras y con ellas más escapadas a las clases, las que le llevaron a un 33 % de inasistencias, más la aparición de la adicción a las drogas y al alcohol.

Consecuencia inmediata expulsión de la escuela por bajas notas y mal comportamiento.

Por las adicciones a las drogas en Hollywood podemos hacer una lista de personas, que por sus actitudes frente a las drogas, no merecen denominarse personas, con nombres como Lindsay Lohan, Nicole Richie, Britney Spears, Paris Hilton, Mel Gibson, Nick Nolte, Keith Urban, Charlie Sheen, entre muchos otros.

Todas estas personas fueron detenidas por conducir ebrias, por abusar de drogas y por someterse a tratamientos de desintoxicación en clínicas privadas.
Claro está que si hubieran matado a alguien en sus correrías no estarían en esta lista, sino en otra muy distinta.

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Lindsay Lohan tiene en su haber, no un récord, porque entre ellos tratan de superarse, en quien lo hace peor y más seguido, pero esta hermosa chica fue detenida dos veces en tres meses conduciendo alcoholizada y cuando terminó el tratamiento de desintoxicación, fue detenida, en horas de la madrugada, cuando perseguía con su coche a otro, con elevado índice de alcohol en la sangre y cocaína en el bolsillo.

Ella junto a Paris Hilton son dinamita, no terminaron de salir de un lío judicial, cuando caen en otro y estamos en casos penales, claro que la justicia, en estos casos se le cae un poco la venda y vicha y no es tan ciega como creemos y las penas de prisión suelen ser en suspenso y estas bellezas, tienen crédito abierto y giran en descubierto.

Cuando dije bellezas, me faltó aclarar que lo eran por fuera, porque por dentro son muy, pero muy feas.
Mel Gibson por conducir borracho fue condenado a tres años de prisión en suspenso y tratamiento médico. Por ahora no reincidió o tiene chofer full time.

Courtney Love una cantante, con numerosos escándalos relacionados con drogas e intentos de rehabilitación disfrutó tres años prisión cumpliéndola bajo el régimen de libertad condicional, el riesgo era caer en falta, porque ahí iba para adentro por toda la cuenta.

Uno de los Baldwin, Daniel, reconoció en CNN sus nueve tratamientos y su adicción a la cocaína.

Estuvo siete meses en una clínica para famosos en Malibú, California.

Britney Spears ingresó tres veces en una semana a clínicas para adictos, no de visita, por cierto y cuando salió, raudamente regresó a la noche, al igual que Paris Hilton.

Para un analista del mundo del espectáculo, del programa Access Hollywood, los tratamientos en clínicas de lujo son puro engaño.

Wonderland, Promises, Beaumonde cuentan con buenas vistas al mar, suelos de mármol, tratamientos de Spa, equipos de médicos, psicólogos, masajistas y entrenadores en los que se refugian Lohan, Spears, Winona Ryder, Diana Ross, Ben Affleck, Robert Downey Jr., Charlie Sheen entre muchos.

En estos momentos en que estoy mandando este material para su publicación como primera noticia del servidor Yahoo aparece Lindsey Lohan como investigada por el robo de un collar de poco más de U$S 2.500, una cosa trae la otra y esta señora vive en los tribunales.

Vienen a ser como un símbolo de status, donde ricos y famosos se sienten como en casa y cuestan como mínimo U$S 67.000.- mensuales.

Creo que lo único que garantizan es que sus clientes están en un lugar seguro, mientras están internados y no haciendo macanas por ahí y a su vez purgan macanas ya hechas.

Sin perjuicio de ello, cualquiera de estos ejemplares sueltos en la máquina de la locura y el desenfreno, gastarían por mes mucho más de lo que cuesta la clínica.

Por ello además de estar seguros, ahorran dinero.

Con Charlie Sheen continuaremos la semana próxima y prepárense para leer lo peor de lo peor y un poco más.