Su último deseo

Anne Hathaway enfunda el personaje de ⭐⭐ una periodista que cubre la problemática desatada en Centro América en los años 80’.

La investigación de Elena McMahon se centra en los carteles de la droga, de las armas y la relación que mantienen con los EEUU. Todo toma un inesperado giro cuando su padre, con el último aliento, pide su último deseo.

Este drama o thriller político parte de la novela ‘Su último deseo’ de 1996 escrita por Joan Didion. Consecuentemente la guionista y directora del film Dee Rees, procuró no apartarse del lenguaje de la protagonista. Tal vez valoraba de una forma especial ese estado mental que transmitía la escritora con su personaje principal. Pensamos que en parte tenía razón.

De todas formas, aunque la historia que cuenta el libro luce allí de forma interesante, pensamos que la cineasta de 43 años no ha logrado trasladarle el mismo atractivo cuando la lleva a la pantalla.

No tiene la culpa la actriz Anne Hathaway, ella hizo lo suyo. ¿La directora Rees pudo seleccionar entre otras actrices con características más rudas para el papel central de Elena McMahon?. Con el diario del lunes así parece. Sin embargo en el elenco están Ben Affleck y Willem Dafoe. Donde Dafoe, quien personifica al padre de la reportera, ciertamente muestra reunir todos los requisitos para ese personaje.

La parte que pierde intensidad

La novela ‘Su último deseo’ era una peligrosa aventura para llevarla a la pantalla. Porque muestra los negocios sucios de la política que todos sabemos, pero que no son saludables para nuestras mentes aceptarlos. Por lo tanto si la trama no se le encuentra un buen gancho dentro del guión, en la historia de amor, en las escenas de acción, o algún desdoble actoral, seguro que perderá encanto para el espectador.

Lamentablemente el film ‘Su último deseo’ queda expuesto solo a las investigaciones de la periodista Elena McMahon y su enfermiza relación con el padre. Sin embargo la figura central es el destape de los chanchullos de la guerra con Irak, y la relación de la diplomacia estadounidense junto al servicio de inteligencia (venta de armas y drogas) con los ‘Contras’ en Centro América. Y aunque no hay nada malo en esos contenidos y todo suma, el film pasa la mayor parte del tiempo en los temas densos de la parte sucia de la política.