4 diciembre 2024
PERSONALIDADES

El Emperador

Napoleón Bonaparte con 24 años ganó una batalla a los ingleses por el cual logró su ascenso a General.

En la vida real, este gran estratega de la guerra, era mas indefenso que en campo de batalla.

Quien fuera reconocido como el Emperador de Francia, nace el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio (Córcega) y recibió el nombre de Napoleone.

Hijo de Carlos Bonaparte, un abogado que luchó por la independencia de Córcega y Letizia Ramolino. Su formación en Brienne y en la Escuela Militar de París estuvo subvencionada por el rey Luis XVI. Fue teniente en un regimiento de artillería y durante la Revolución Francesa fue teniente coronel de la Guardia Nacional corsa (1791); sin embargo, cuando Córcega declaró su independencia en 1793, Bonaparte, decididamente partidario del régimen republicano, huyó a Francia con su familia.

Le nombraron jefe de artillería del ejército encargado de la reconquista de Tolón, una base naval con el apoyo de Gran Bretaña (que junto a Prusia, Austria, Holanda y España, tras la declaración de guerra francesa a ésta última, habían constituido la Primera Coalición contra Francia en 1793). Expulsó del puerto a las naves británicas y reconquistó finalmente esta posición.

Gracias a esta acción, le ascendieron al grado de general de brigada a la edad de 24 años.

En 1795 salvó al gobierno revolucionario restableciendo el orden tras una insurrección realista desatada en París. En 1796 contrajo matrimonio con Josefina de Beauharnais, viuda de un aristócrata guillotinado durante la Revolución y madre de dos hijos.

En 1796 fue comandante del ejército francés en Italia. Venció sucesivamente a cuatro generales austriacos cuyas tropas eran superiores en número y obligó a Austria y sus aliados a firmar la paz.

El Tratado de Campoformio estipulaba que Francia podía conservar los territorios conquistados, en los que Bonaparte fundó, en 1797, la República Cisalpina (Venecia), la República Ligur (Génova) y la República Transalpina (Lombardia).

En 1798 dirigió una expedición a Egipto, que se encontraba bajo el dominio turco, para cortar la ruta británica hacia la India.

Su flota fue destruida por el almirante británico Horatio Nelson y quedó aislado en el norte de África tras ser derrotado en la batalla del Nilo. En 1799 no logró hacerse con la conquista de Siria, pero venció a los turcos en Abukir. Mientras tanto, Francia hacía frente a una nueva situación internacional: Austria, Rusia, Nápoles y Portugal se habían aliado con Gran Bretaña, configurando la Segunda Coalición. A su regreso a París se unió a una conspiración contra el gobierno y junto a sus compañeros tomaron el poder durante el golpe de Estado del 9-10 de noviembre de 1799 (18-19 de brumario según el calendario revolucionario) y establecieron un nuevo régimen, el Consulado.

Según la constitución del año VIII, Napoleón, que había sido nombrado primer cónsul, disponía de poderes casi dictatoriales. La Constitución del año X, por él dictada en 1802, otorgó carácter vitalicio a su consulado y, finalmente, se proclamó emperador en 1804.

En 1800 cruzó los Alpes venciendo a los austriacos en la batalla de Marengo y en 1801 firmó el Concordato con el papa Pío VII, que apaciguó los ánimos en el interior del país al poner fin al enfrentamiento con la Iglesia católica. Gran Bretaña reanudó la guerra naval con Francia en abril de 1803 y en 1805, Rusia y Austria se unieron a los británicos en la Tercera coalición.

Decidió que todos sus ejércitos fuesen contra las fuerzas austro-rusas, a las que derrotó en la batalla de Austerlitz el 2 de diciembre de 1805. Conquistó el reino de Nápoles en 1806 y nombró rey a su hermano mayor, José; se tituló rey de Italia (1805), desintegró las antiguas Provincias Unidas (hoy Países Bajos), que en 1795 había constituido como República de Batavia, y fundó el reino de Holanda, al frente del cual situó a su hermano Luis, y estableció la Confederación del Rin que quedó bajo su protección. Fue entonces cuando Prusia y Rusia forjaron una nueva alianza y atacaron a la confederación.

Aniquiló al ejército prusiano en Jena y Auerstedt (1806) y al ruso en Friedland. En Tilsit (julio de 1807), estableció un acuerdo con el zar Alejandro I por el que se reducía enormemente el territorio de Prusia y también incorporó nuevos estados al Imperio: el reino de Westfalia, gobernado por su hermano Jerónimo, y el ducado de Varsovia, entre otros. Impuso el Sistema Continental en Europa, que consistía en un bloqueo sobre las mercancías británicas con el propósito de arruinar el poderoso comercio de Gran Bretaña.

En 1807 conquistó Portugal y un año después nombró a su hermano José (Pepe Botella) rey de España, tras lograr la abdicación de Fernando VII en Bayona e invadir el país, dejando Nápoles como recompensa para su cuñado, Joachim Murat.

La llegada a España de José Bonaparte recrudeció la guerra de Independencia española. Napoleón pasó algún tiempo en España y consiguió varias victorias, pero la lucha se reanudó tras su partida, prolongándose durante cinco años la guerra entre las tropas francesas y las españolas (apoyadas por Gran Bretaña), jugando un papel fundamental la lucha de guerrillas.

En 1809 derrotó a los austriacos en Wagram, convirtió los territorios conquistados en las Provincias Ilirias (en la actualidad parte de Eslovenia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia y Montenegro) y conquistó los Estados Pontificios. Se volvió a casar, en 1810 con María Luisa, archiduquesa de Austria e hija del emperador Francisco I de Austria, perteneciente a la casa de Habsburgo.

Con este enlace vinculaba su dinastía a la más antigua de la casas reales de Europa, con la esperanza de que su hijo, nacido en 1811 y al que otorgó el título de rey de Roma como heredero del Imperio, fuera aceptado por los monarcas reinantes.

El Código Napoleónico se implantó en todos los Estados creados por el Emperador, el feudalismo y la servidumbre fueron eliminados, y se estableció la libertad de culto (excepto en España).

Le fue otorgada a cada Estado una constitución en la que se concedía el sufragio universal masculino y una declaración de derechos y la creación de un parlamento; fue instaurado el sistema administrativo y judicial francés; las escuelas quedaron supeditadas a una administración centralizada y se amplió el sistema educativo libre. Cada Estado disponía de una academia o instituto destinado a la promoción de las artes y las ciencias.

Su alianza con el zar Alejandro I quedó anulada en 1812 y emprendió una campaña contra Rusia que terminó con la trágica retirada de Moscú. Tras este fracaso, Europa se unió para combatirle.

Sus mariscales se negaron a continuar combatiendo en abril de 1814. Al ser rechazada su propuesta de renunciar a sus derechos en favor de su hijo, hubo de abdicar, permitiéndole conservar el título de emperador y otorgándosele el gobierno de la isla de Elba.

María Luisa y su hijo quedaron bajo la custodia del padre de ésta, el emperador de Austria Francisco I, y no volvió a verlos nunca. En 1815 huyó de Elba, llegó a Francia y marchó sobre París tras vencer a las tropas enviadas para capturarle, iniciándose el periodo denominado de los Cien Días.

El resultado fue la campaña de Bélgica, que concluyó con la derrota en la batalla de Waterloo el 18 de junio de 1815.

Abdicó en favor de su hijo, Napoleón II y marchó a Rochefort donde capituló ante el capitán del buque británico Bellerophon. Fue recluido entonces en Santa Elena, una isla en el sur del océano Atlántico. Vivió allí el resto de sus días. Murió el 5 de mayo de 1821.

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