En 30 años resucitarás
La ciencia ficción solo se adelanta unos años a la realidad
Tanto el submarino ‘Nautilus’ de Julio Verne como las video llamadas del reloj de Dick Tracy, antes de convertirse en realidad, estuvieron un tiempo en el mágico mundo de las ficciones.
En las antiguas series y películas de ciencia ficción de los 70, se podían ver como los actores usaban pequeños teléfonos móviles 20 años antes de que existieran.
Para ser más precisos, el capitán James Kirk en la serie Star Trek, utilizó al principio de los 80 un pequeño teléfono móvil color negro con tapita y 14 años después, Motorola saca su modelo Star Tac, la realidad de aquél teléfono de ciencia ficción.
Si queremos algo más lejano en el tiempo, recordemos que en la novela ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, que escribiera Julio Verne, dicho submarino contaba con un motor tipo eléctrico que se alimentaba de un generador con similares características al nuclear. Este libro fue lanzado al mercado en 1871.
¿La resurrección e inmortalidad, solo pasará en las películas?
Una empresa norteamericana tiene guardado ese as en la manga; y no piensa tardar mucho en sacarlo a la luz: en 2045 exactamente, según ha desvelado el CEO y fundador de la compañía, con sede en Los Ángeles, Josh Bocanegra.
Dentro de treinta años ser inmortal no será sólo el argumento del último filme protagonizado por Ryan Reynolds (‘Inmortal’, 2015), que cuenta a la perfección los planes de Humai, la empresa norteamericana fundada por Bocanegra. En la película, a un magnate de la construcción con cáncer terminal le proponen prolongar su existencia a través de un vanguardista tratamiento médico que consiste en transferir la conciencia de su cuerpo enfermo y entrado en años a uno saludable y joven. ¿Y eso es posible?
Bocanegra lo tiene claro: sí, aunque con alguna ‘ligera’ variación con reminiscencias de otro filme, ‘I. A. Inteligencia Artificial‘ (2001), de Steven Spielberg. Lo que plantea Humai ya lo planteó Goethe hace dos siglos en su obra más famosa, ‘Fausto’; ahora Bocanegra, con la Ciencia como aliada, da el paso definitivo para que la realidad supere la ficción. «Podremos resucitar el primer ser humano dentro de treinta años», ha dicho el CEO de Humai en una entrevista al mensual ‘Popular Science’.
(Estamos desarrollando una tecnología para alargar la vida», reza la página web de la compañía. ¿Y cómo? (Transplantaremos tu cerebro a un elegante cuerpo biónico). Y aquí es donde Steven Spielberg (y antes Stanley Kubrick) se les adelantaron con la idea en ‘I. A.’, creando un mundo en el que los seres humanos conviven con sofisticados robots, cuya única diferencia entre unos y otros son los sentimientos. Y en eso está trabajando la empresa de Bocanegra: en la resurrección de los muertos mediante el almacenamiento de los recuerdos y el uso de la Inteligencia Artificial y la nanotecnología para devolverlos a la vida.
La compañía, según explica en su web, quiere almacenar (estilos de conversación, patrones de comportamiento, procesos de pensamiento e información acerca de cómo funciona el cuerpo) en un chip de silicio para codificar esta información (en múltiples tecnologías con sensores, que serán integrados en un cuerpo artificial con el cerebro de un ser humano fallecido).
En la entrevista con ‘Popular Science’, el fundador de Humai explica que usarán tecnología criónica para congelar y almacenar un cerebro después de la muerte; y aquí es donde entra en juego Walt Disney que, según una de las leyendas urbanas más extendidas del planeta, lleva congelado, junto a su cerebro, por supuesto, desde 1966.
¿Habrá llegado su momento de volver a la vida? Humai conservará los cerebros congelados hasta que la tecnología sea tan segura como para permitir insertarlo en un cuerpo artificial. La compañía asegura que, con su método, la muerte podría ser opcional algún día. ¿Realidad o ficción?
Es una buena noticia el poder vivir más. Pero si nadie se muere y somos más personas naciendo, en donde vamos a vivir? se acabará la comida , el agua, habra pánico como en las peliculas de terror. Vamos a tener que buscar otro planeta para vivir, y después otro.