Ex – Machina

Se esperaba más, pero buen debut para un joven y prometedor escritor y director.

El film esperado desde noviembre del 2014, causó gran expectativa, pues el tema que se tocaría sobre la inteligencia artificial, está hoy en discusión en todas las esferas.

La ciencia ficción actual, camina por la dirección de Ex – Machina y su guionista y director británico Alex Garland, parecería que escuchó al astrofísico Stephen Hawking, pues la trama describe parte de las preocupaciones qué el premio Nobel advierte.

Ava es una robót con un cerebro de inteligencia artificial muy sofisticado, elaborado por un multimillonario dueño de una compañía que se dedica a la informática. Por otro lado Cabel, es un joven, que trabaja en esa compañía y fue seleccionado para hacerle el test de Turing a la robot. En líneas generales, si la persona que realiza el test, no logra distinguir si está dialogando con un ser humano o una máquina, se da como superado el test. Como las máquinas reaccionan en función de los algoritmos instalados, aún no pueden expresar sentimientos como enojo, amor, odio, etc. Tampoco tienen instintos de supervivencia ni deseos de libertad.

Sin embargo, la historia de la atractiva Ava, es la de poseer varias de las habilidades humanas, entre una de ellas es el manejo de la sensualidad como herramienta de manipuleo. Y el nivel de inteligencia que ha logrado, le indica que debe ser libre para conocer el mundo. Ava comienza a tejer su estrategia con el fin de escapar del laboratorio, y para eso necesita a los humanos, pero solo para eso.

Con este film, Alex Garland hace su debut en las grandes ligas, con una atractiva y mediática historia. Lamentablemente, hace mucho tiempo que se está hablando de Ex – Machina, y esto juega en contra, pues la película luego puede quedar corta a las expectativas que se esperaba. En este caso, el público estuvo recibiendo información desde noviembre del 2014 sobre Ex – Machine, y tal las expectativas quedaron demasiadas altas al momento de ver la película.