18 abril 2024
CRÓNICAS

Falseando la realidad

Una muy dulce y querida amiga llamada María, me hizo llegar un artículo de Hoenir Sarthou.

Este artículo fue publicado bajo el título de “Violencia y feminicidio” publicado en Voces Semanario, donde concitará el apoyo de los bien pensantes y los odios de los que se creen monopolizar la verdad y la tuercen a más no poder para cualquier lado o los que hacen la de ellos administrando los fondos de una ONG, ojo no todas son malas, pero hay algunas que engordan chanchos ajenos.

Se están inventando nombres a los delitos viejos y reclasificándolos arbitrariamente en forma de manejar las cifras “a piacere” ante la impotencia de combatirlos o porque no les conviene hacerlo.

Sarthou maneja cifras reales y lo suyo dice que:
“En el Uruguay se cometen más de 260 homicidios por año.
Uno de cada cinco (el 20%) tiene por víctima a una mujer.

El resto, cuatro de cada cinco, son hombres.

Y, de los asesinatos de mujeres, sólo la mitad corresponde a violencia de género.

Eso significa que sólo el diez por ciento del total de los asesinatos ocurridos en el Uruguay puede atribuirse a violencia de género contra la mujer (datos del “Observatorio de Violencia y Criminalidad” del Ministerio del Interior).
Sin embargo, una fuerte campaña publicitaria, impulsada por organizaciones de mujeres, insiste en darle a ese diez por ciento una visibilidad que se le niega al otro noventa por ciento de personas que mueren violentamente.

Una campaña que, en estos momentos, tiene por finalidad lograr la aprobación de la figura penal del “feminicidio”.

¿NI UNA MÁS?

Pasemos por alto, de momento, la injusticia de ese trato desigual dado a unas víctimas en comparación con otras.

Asumamos como problema ese diez por ciento de muertes de mujeres por violencia de género.

¿La figura penal del feminicidio reducirá esas muertes?

La respuesta es “no”.
Porque, al igual que la mayoría de las políticas públicas relativas a violencia de género, la del feminicidio está inspirada en un diagnóstico erróneo, lo que conduce a soluciones inadecuadas e ineficaces.

Nuestro régimen legal de violencia doméstica no está orientado hacia la protección de la víctima sino hacia la represión preventiva del supuesto “agresor” (digo “supuesto” porque en la Ley 17.514, y en la práctica judicial de violencia doméstica, no están previstos mecanismos para probar o descartar la culpabilidad del acusado).

En los hechos, la ley de violencia doméstica, en forma absolutamente inconstitucional, denomina “agresor” a quien es un simple acusado. Sin que haya pruebas ni siquiera de que la violencia exista.”

Hace un montón de años vi una película en la cual en una república bananera entrenaban a niños para que sirvieran como sicarios y ya desde niños los criaban y jugaban juntos y llegado el momento inducían mediante una orden a un niño a que matara a otro, su amigo, como parte de un juego maquiavélico patológico social de tu vives, si él muere y se premiaba al asesino, que como forma de silencio iba a terminar muerto después del trabajo, por parte de otro iniciado.

Era el comienzo del narcotráfico y los sicarios empezaban de niños y culminaban en la adolescencia.

Acá ahora se le llama “ajuste de cuentas” a un homicidio entre malandras y se mezclan también, los de los no malandras y sale el Ministro del Interior a decir “ajuste de cuentas” y no dicen claramente que en definitiva es un homicidio o se aumentan discrecionalmente los “ajustes de cuentas”.

Estadísticas de vidas y muertes, válgame señor y eso que no soy católico.
Inventaron otro tipo de homicidio, la violencia doméstica, que sirve para mezclar los líos de la convivencia con otros problemas.

En lo que me es personal nunca le pegué un boleo alguna de mis compañeras, ni siquiera las maté, simplemente opté por irme a la miércoles de la casa conyugal con el perro, la calandria y mis libros y divorciarme en vez de matarlas e ir en cana, aunque con una me corrió la malhadada idea por la cabeza, pero sigue vivita y coleando.

Es bravo cuando al tipo se le pudre el mate y no encuentra salida y no todos tienen la formación que tuve yo, ni la situación era tan insostenible como para llegar a un extremo de esos.

Claro que los que inventaron este tema, olvidan que cuando una mujer quiere lograr lo que busca, transforma a su marido de un ser más o menos normal en un anormal diciéndole “cornudo”, malgastando los ingresos hogareños, provocándolo con malas o peores contestaciones, sin necesidad de darle un mate frío y muchas veces lo logran y el tipo empieza por un empujón, una trompada o una puñalada o un tiro o simplemente lo encanan antes.

Claro que hay maridos que son joyitas, que se timbean lo que no tienen, se toman hasta el agua del perro en el boliche de la esquina y vienen mamados y arman escándalo y hay que dormir con un tipo en la pieza con olor a alambique, pero tampoco hay necesidad de matarlo, la sociedad pone medios suficientes para liquidar esas situaciones de convivencia, sin necesidad de matar a nadie.

Con esto me viene a la cabeza la letra de aquel tango en que el niño va al boliche y le grita al padre “papá vení, que mamá te llama”…

El invento del machismo existe en el mundo occidental y cristiano, en el mundo islamista son carmelitas descalzos y nuestras compatriotas no van a regalarle muñequitas bobas como las que colgaron en todos los medios, como si fuera la última víctima de la violencia machista uruguaya, campaña publicitaria de mal gusto, sin mérito ni logro alguno..

Un viejo de 87 años mató a la esposa de 86 y fue categorizado como violencia doméstica, y nadie se detuvo a pensar un poco, un ratito nada más, en un caso de demencia senil, porque el veterano si hubiera sido un violento no hubiera esperado hasta los 87 para matarla o tal vez se hubieran divorciado cuarenta o cincuenta años antes.

Todo necesariamente tiende a darle nombres nuevos a cosas que son tan viejas como el homosapiens en dos patas, cuando se transformó en bestia pensante, agarraba a la mujer de los pelos y la llevaba para la caverna y le propinaba una paliza por andar relojeando al homosapiens de la caverna de al lado.

Escuché una cosa muy buena dicha por Petinatti, fue una grabación que me hizo llegar un amigo, donde canta la justa, el Peti canta la justa perfectamente y la emprende contra el gobierno, contra el ministerio que no hace nada para terminar con los temas y ahí veo que hay una escala nueva en la comunicación.

Hoenir Sarthou escribe para los intelectuales de tendencia de izquierda, fue MPP y en las últimas acompañó a Jorge (Tambero) Zabalza con magros resultados, tiene una parte de lectores de un nivel que lo siguen, pero el superior gobierno omiso, no se percató que Petinatti, es un personaje también muy popular, no populista, pero de laburantes con el pico y la pala, que tiene una amplia trayectoria y que su audiencia por lo general es en las obras, en los lugares donde trabaja Juan Pueblo, por ejemplo, yo lo escuche diariamente de la radio de los albañiles mientras me hacían una reforma y luego también de unos carpinteros que me hicieron un porche y un garaje, en carpintería, también en mi casa.

Acá se suele pretender mejorar las cosas por lo general prohibiendo, en el caso del feminicidio, le prohíben al hombre presuntamente agresor, a que se aproxime a la eventual futura víctima, cosa totalmente inicua porque si el tipo quiere matar a la mujer, se pasa la prohibición por las narices de la policía, del juez y de los testigos y la mata y se suicida como hacen muchos o va preso y los niños quedan huérfanos y se encargarán de ellos los parientes cercanos o el Estado en la mayor universidad de delincuentes que tiene y financia el país el INAU.

El veterano de de 87 años no hubiera estado mejor tratado en una clínica gerontológica, o tal vez ambos que dejarlo que lograra conseguirse un arma y matara a la mujer.

Qué hacen en la cárcel con un viejo de 87 años, porque a la mujer la entierran y se terminó el problema y el viejo sigue creando problemas ahora viejo, enfermo y ahora en cana.

Tenemos violencia en el fútbol y sabemos y saben bien quienes son los que manejan las barras bravas y muchas cosas más, no sería prudente prohibir la concurrencia a los partidos de toda la hinchada de un club que ha cometido desmanes y no decirles muchachos reparen las butacas del estadio o se las cobramos.

Un acto de violencia futbolera y no hay más futbol para los hinchas de ese cuadro por un año, en caso de reincidencia será por dos años o desafiliamos de la AUF al cuadro de los violentos, ahí se acaba el problema por las buenas o por las malas, averigüen como se arregl´ño en Inglaterra con los holligans.

Prohibieron el cigarrillo y se venderá marihuana oficial, la industria tabacalera nacional al muere y en las ferias se venden cigarrillos paraguayos por toneladas a unos pesos más bajos que los normales nacionales dándoles un pingüe negocio a los bagayeros.

Las cajillas de cigarrillos legales para comprarlas hay que hacer varias colas, una para pagarlos y otra para retirarlos y entregarlos y están escondidos en los comercios con fotos que atentan contra el peor gusto.

Los de maruja creo que se venderán en las farmacias, de las fotografías alusivas a la falopa no hay noticias aún, pero alguno las debe estar pensando.

No se puede fumar en lugares cerrados, claro que cuando uno va caminando por 18 de Julio, por poner una avenida concurrida como ejemplo, salen los empleados a la puerta de los comercios los minutos que les dan para fumar y nos zampan en la cara el humo de tabaco usado, que es repugnante y peor en mi caso, no fumo desde hace 14 años.

En los restaurantes no se puede servir mayonesa, sal, y no sé cuantas pavadas más para cuidarle el colesterol al cliente, claro que uno puede pedir una buena milanesa con papas fritas y huevos fritos, que no están prohibidos o unos buenos chinchulines o por qué no tripa gorda bien grasienta.

En los colegios los niños no podrán ingerir comida, de la llamada chatarra y beber bebidas colas, compradas en la cantina del propio colegio, pero si podrán comerse todo lo chatarra que lleven en la viandita e inclusive pueden llevar y cambiar milanesas o hamburguesas con bastante grasa por bolitas o figuritas, total quien va a controlar, la maestra, la directora o el guardiacivil de la esquina, pah… es cierto no existe más el guardiacivil de la esquina, ahora hay un 222, para que las madres no les peguen a las directoras o a las maestras exigentes.

Lo más sano de Mac Donald será la cajita feliz o el pelotero, porque no se comen y sirven para jugar o gastar energías y transformar grasas, de las hamburguesas comerciales o caseras mejor no hablaremos.

Pensar que en Polonio Cape no me enrosqué con la maruja o no se qué era que se estaban dando de punta de noche en la playa en rueda de fumadores y quise probar y mi compa insultó a la que me la iba a conseguir graterola.
Se que este artículo de Comousté, no es como los habituales, pero estoy un poquito molesto por la muerte de la dulce y bonita maestra joven fraybentina que vino a morir comprando unos ravioles un domingo a las dos de la tarde en lo que fue mi barrio de muchacho.

Nosotros hacíamos los paros y las huelgas en los liceos, festejábamos cuando cayó Perón, o algún otro dictador, manifestábamos contra el imperialismo yankee, o por la caída del muro de Berlín, o los tanques soviéticos masacrando al pueblo en Hungría o Checoeslovaquia, o porque no nos prorrogaban una materia previa.

Cuando se puso más espesa la cosa uno iba a la facultad y no sabía a la salida con qué se iba a encontrar, cuando se armaba la cocoa Carlitos García, el querido mozo del Gran Sportman, bajaba la persiana para que los coraceros no nos curtieran a palos dentro del bar.

Los gases lacrimógenos mataban todas las carpas de la fuente de la facultad de derecho.
Hoy las huelgas las hacen los profesores y los estudiantes se quedan sin clase.
Las huelgas las hacen los del transporte porque mataron a uno del gremio y en lugar de trabajar y donarle el jornal a la viuda y demás deudos, dejan a todo Montevideo de a pie y los demás obreros que se vayan caminando, que para eso tienen piernas.

Antes que algunos que gustan opinar en mala forma sobre el suscripto les comento que fui compañero y amigo de Zabalza, cuando le decíamos en Facultad Perico y no cuando lo pasaron a llamar Tambero, y fue muy querido por todos nosotros y nunca le criticamos que hubiera sido ruralista de los de Nardone, aunque nosotros tampoco lo éramos.

Les pido disculpas por escribir un poco enojado bastante, pero me cuesta cerrar el artículo poniendo que todo sea para bien… sino que tendré que cerrarlo invitándolos a que todo no sea tan para peor…

2 comentarios en «Falseando la realidad»

  • Igual que querer frenar la violencia general frenando la violencia de genero o domestica es el de querer llevar a cero el consumo de alcohol y sustancias,,,,saben porqué??? porque la gente bajo el alchool y la droga se agarra a trompadas, pero ese no es el problema y como dice aquí debe ser un numero bajisismo en la estadistica.
    Ya no se festeja como antes esta todo prohibido no te dejan chupar como antes – solo agua-, no te dejan drogarte como antes -ni sal ni mayones-nada , pero por violencia la gente se muere igual o mas que antes..

  • Son todos amarillos sensacionalistas. Y no dejan vivir ni se metan donde nadie los llama

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