Trump no tiene la prueba que dijo

“No tengo idea si hay grabaciones de la conversación con Comey” escribió el presidente de los EEUU en su cuenta Tweeter. Como muestra el video, el mandatario por medio de un tweet anuncia que no era verdad que había una grabación como dio a entender desde el primer momento.

¡Increíble! Qué manera de dejar mal parado a su partido, que tiene que dar explicaciones sobre los movimientos de su líder, y también la ciudadanía queda desencantada con estas burlas y engaños, pues vieron en Trump algo diferente, que hasta ahora no se manifiesta.

Se acabó el misterio tras casi mes y medios de especulaciones. Donald Trump admite ahora que no tiene ninguna cinta con las grabaciones de las conversaciones que mantuvo en privado con James Comey antes de anunciar a comienzos de mayo su cese como director del FBI. El presidente acudió a Twitter para hacer el anuncio, el mismo altavoz desde el que sugirió la posibilidad de su existencia.

“Con todas las informaciones recientes sobre vigilancia electrónica, interceptaciones, desenmascaramientos y filtraciones ilegales de información, no tengo ni idea de si hay cintas o grabaciones de mis conversaciones con James Comey”, dice Trump, “pero yo no hice, y no tengo, ningún tipo de grabación”. El presidente utilizó dos mensajes en la red social para exponer su posición.

Comey fue cesado el pasado 9 de mayo. Fue el propio Trump el que creó las dudas sobre la supuesta existencia de las cintas, con una serie de mensajes tres días después en su cuenta personal de Twitter. Lanzó incluso una amenaza al antiguo director del FBI por si se le ocurría filtrarlas a la prensa. Durante la audiencia sobre la interferencia rusa en las pasadas elecciones, Comey confesó que no grabo nada.

El presidente denuncia desde su victoria electoral que está siendo objeto de una “caza de brujas” por parte de los medios de comunicación. La investigación de la trama rusa está nublando los primeros cinco meses de su mandato en la Casa Blanca y el caos político derivado de esta investigación podría hacer descarrilar todo su plan para impulsar el crecimiento y desmontar la reforma sanitaria de su predecesor Barack Obama.