Detuvieron al agresor de Ariana Grande en concierto de Lady Gaga
Johnson Wen, conocido como “Pyjama Man” y famoso por irrumpir en eventos públicos, intentó infiltrarse en un concierto de Lady Gaga en Brisbane usando un disfraz para evitar ser reconocido.
Había pasado apenas un mes desde aquel momento incómodo y temeroso en el que Ariana Grande, de pie en la alfombra roja de Wicked: For Good, sintió un brazo desconocido rodearla. Johnson Wen —el joven que las redes bautizaron como “Pyjama Man”— había saltado las barreras, corriendo hacia ella en un arrebato que confundió celebración con invasión. La cantante no llegó a reaccionar: Cynthia Erivo se interpuso con la firmeza de quien entiende que a veces proteger también es actuar.
Después vinieron los titulares, la indignación, la detención, la sentencia. Nueve días de cárcel y una advertencia judicial que sonaba más a ultimátum que a castigo.
Pero este martes, en Australia, la historia intentó repetirse
El estadio de Brisbane bullía con la expectación del Mayhem Ball Tour. Miles de fans esperaban a Lady Gaga cuando, entre la multitud, un rostro disfrazado intentó colarse como una sombra que no aprende del pasado. Gafas oscuras, bigote falso, pulseras que pretendían despistar. Wen había vuelto, decidido a burlar a la seguridad que ya llevaba su imagen marcada como una señal de alerta.
Fans presentes lo identificaron y alertaron a la seguridad
No fue la seguridad quien lo descubrió primero, sino el propio público.
Una mirada, un murmullo, un “¿Ese no es el tipo que…?” y comenzó la cacería: “miren, miren es ese….deténganlo!!!” Los guardias reaccionaron de inmediato.
Los videos —que no tardaron en inundar TikTok, Instagram y X— muestran el momento exacto en que Wen es rodeado por agentes. Le quitan las gafas, el brazalete, la falsa acreditación. Él, ajeno al rechazo colectivo, sonríe. Como si la atención, incluso en su forma más áspera, fuera un escenario más.
Lo escoltaron hacia la salida, entre abucheos que estallaban como un juicio público:
“¡Ese es el que atacó a Ariana!”
“¡Fuera!”
“¡Respeta a las mujeres!”
Más tarde, desde la comodidad de su cuenta de Instagram, él narró su propia versión: que lo habían sacado antes de que empezara el show; que los fans lo abuchearon. Como si fuera solo un malentendido. Como si no existiera un historial que crece sin freno.
Porque Wen lleva tiempo cruzando límites que no le pertenecen. Irrumpió en conciertos de Katy Perry, The Weeknd, The Chainsmokers. Invadió eventos deportivos de talla mundial. En París 2024, en pleno final olímpica de los 100 metros, interrumpió el momento más sagrado de la pista. En el Mundial de Críquet, se lanzó al campo. En el Mundial Femenino de la FIFA, intentó correr hacia la cancha… y terminó cayendo sobre sus propios pies.
Tras lo ocurrido con Ariana Grande, Singapur no dudó en expulsarlo y prohibirle la entrada. El juez lo dijo sin rodeos: su conducta no era un episodio aislado, sino un patrón peligroso.
Y este martes, cuando intentó reinventarse tras el disfraz, el público se encargó de recordarle que los escenarios ajenos no son un juego.
La gente, al final, también aprende.
Y esta vez, la seguridad lo detuvo antes de que el espectáculo siquiera comenzara.

