23 abril 2024
MUNDO

Fondos Buitres

Cuando en Argentina tosen, nosotros nos agarramos pulmonía, eso lo sabemos muy bien.

Moody’s dijo que mantiene la perspectiva para el sistema bancario argentino en “negativa” debido a un “deterioro” de las condiciones de mercado. La perspectiva “negativa” se mantiene desde septiembre de 2011, cuando la calificadora decidió modificar la anterior, que era “estable”.

“En los últimos años, el Gobierno argentino ha impuesto una serie de políticas restrictivas que han afectado negativamente las condiciones de negocio y la fortaleza financiera de los bancos”.

Entre estos factores, la calificadora incluyó los “mayores requerimientos de capital para el pago de dividendos”, las “restricciones para la compra de moneda extranjera que afectan el mercado de cambios, topes en las comisiones y en las tasas de interés de algunos productos y direccionamiento del créditos a sectores específicos”.

“El impacto acumulado de estas medidas, junto con una demanda externa más débil por parte de socios comerciales, han conducido a una desaceleración del crecimiento económico, con un crecimiento del PBI real del 1,9 % en 2012 y un crecimiento esperado del 3 % para 2013, frente a 8,9 % en 2011”, dijo la analista Valeria Azconegui, de Moody’s.

Por otra parte, según la calificadora, “el alto nivel de inflación resultante de sostenidas políticas monetarias expansivas, ha provocado un deterioro de los ingresos salariales en términos reales, lo cual ha afectado la demanda interna”.

Moody’s dijo que prevé un “mayor deterioro” de la calidad de los activos de los bancos en los próximos trimestres.

La agencia señaló que si bien la tasa de mora del sistema ha aumentado levemente, al 1,6 % del total de préstamos en abril pasado, la “desaceleración del crecimiento económico sumado al alto nivel de inflación sostenido reducirán la capacidad de compra y pago de los deudores”.

El informe agregó que las entidades bancarias argentinas demuestran, sin embargo, “tener suficiente capital” para absorber pérdidas extraordinarias y para dar respaldo al crecimiento crediticio en los próximos 12 a 18 meses.

Los administradores del Elliot Management, un fondo buitre que ganó los juicios por la deuda le ofrece al gobierno argentino negociar y promocionó en los medios su propuesta.

Casi al mismo tiempo en que la Argentina sufría un nuevo revés procesal ante la Corte Suprema de los Estados Unidos en su batalla con los llamados fondos buitre, uno de los más activos y poderosos litigantes no sólo ratificó urbi et orbi su “disposición a negociar”, sino que también detalló el “esfuerzo” que viene invirtiendo, en vano, para lograrlo.

“Que la Argentina entre en suspensión de pagos no tiene sentido, es hora de sentarse a negociar”, dijo Jay Newman, uno de los administradores del Elliot Management, una de las firmas beneficiadas por los dos fallos por los que nuestro país fue condenado a pagar más de 1300 millones de dólares.

Firmadas por el juez Thomas Griesa y avaladas por la Cámara de Apelaciones de Nueva York, esas resoluciones se mantienen ahora en suspenso, detenidas por una medida cautelar que se mantendría en vigor por lo menos hasta que se agote el camino de la Corte Suprema.

De acuerdo con lo que ratificó Newman y con lo que vienen indicando aquí varios abogados, crece el discurso de la “disposición a negociar” y, sobre todo, que esa intención quede clara y públicamente expresada.
Elliot apeló a dos medios de alcance internacional para eso.

Por un lado, la cadena norteamericana CNBC, especializada en contenidos de economía y con una audiencia estimada en 390 millones de personas en todo el mundo.

A sus periodistas les dijo que “el default no tenía sentido” y que lo conveniente para todos es “un acuerdo negociado”.

Ante el diario Financial Times no sólo se ratificó ese mensaje, sino que hizo una prolija descripción de los intentos y encuentros que, desde 2003 en adelante, el propio Newman viene manteniendo con funcionarios argentinos.

“Con Lorenzino tuve una conversación de lo más cordial, de la que me fui con la impresión de que podríamos trabajar juntos.
En la ocasión, hablamos de cómo estructurar una operación que pudiera interesar” a los bonistas que no habían entrado en el canje de deuda.
Pero luego no volví a saber de él”, reveló Newman.

Según su relato, algo similar le ocurrió después, a lo largo de 2011, con el ex embajador Chiaradia.

“Nos encontramos varias veces con él y con colegas de mi equipo.

Nos entusiasmó la posibilidad de llegar a conversaciones más sustanciosas.
Pero dejó su puesto y, desde entonces, nuestros intentos por vernos con sus sucesores fueron rechazados de plano”.

La nota en el Financial Times no los identifica como tales, pero los fracasos de entrevista parecen aludir tanto al ex embajador en Washington, Jorge Argüello, como a la actual representante, Cecilia Nahón.

Abogados locales consideran que la negociación entre partes es una de las alternativas crecientes que se le abren a la Argentina.

Eso volvió a escucharse, luego del revés que significó que la Corte Suprema rechazara “por ahora” la revisión del caso.

No es la carta definitiva, pero ya no quedan muchas en el mazo.
“Es muy difícil que la Corte tome el caso argentino.

Creo que en algún momento tendrán que negociar”, reiteró ayer el abogado Richard Samp, de la Washington Legal Foundation.

A través del secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, el Gobierno dijo que seguirá “ejerciendo su defensa”.

La estimación coincidente es que tienen un año por delante antes de llegar a las definiciones finales.

Estamos hablando de una deuda de cuatro mil millones de dólares, no es moco de pavo como dicen las viejas.

Tras la reunión del Comité de Políticas Monetarias (Copom), el Banco Central emitió sus perspectivas económicas para el último trimestre del año.

Señalan que la inflación estará “en el centro de las preocupaciones” dado que el incremento sostenido de precios está “por encima del rango objetivo”.

“Tanto la inflación efectiva como las expectativas de los agentes se mantienen notoriamente por encima del rango objetivo, volviendo a colocar al tema inflacionario en el centro de las preocupaciones de la política económica”, señala el comunicado.

También informan que hubo un crecimiento interanual del 14,8 % entre julio y setiembre, en lo que refiere a la emisión de dinero en poder del público, los depósitos y las cajas de ahorro.

Este resultado se ubica levemente por encima de lo proyectado por el Copom meses atrás, cuando estimó un crecimiento de entre 12,5 % y 13 %.
Para el último trimestre del año, el Banco Central anunció que la nueva tasa de referencia será de entre 15 % y 17 %.

Con este panorama no la veo nada clara y como ciudadano que vive en este mundo es valor sabido que problema que no se encara, problema que no se resuelve.

Los números no cierran ni adentro ni afuera de la Argentina.

La inflación es un cáncer que se come todo, y la monstruosa deuda externa, que con un poco de orden interno se puede resolver, porque los fondos buitres son buitres pero han llegado a ser tales porque no son tontos.

Ellos quieren su capital y sus intereses, el tema está en negociar seriamente los intereses y un problema menos.

El capitalista cuida el capital, pero no lo quiere tener en un cofre, sino que lo quiere produciendo intereses y mientras los deudores le paguen los intereses el deja el capital colocado tranquilamente, eso si, no hablar de no pagar el capital, porque ahí el capitalista se pone nervioso, molesto y empieza a apretar la cuerda que todo deudor tiene alrededor del cuello.
Hasta ahora se ha tirado la pelota para adelante y se metió la pechera que no se tiene.

Demagógicamente se manejó en la plaza pública que no se iba a pagar nada y ahí está la madre del borrego.

El que paga los intereses puede negociar el capital e irla llevando, pero siempre hay que mostrar la intención de pagar, aunque sea tarde pero pagar.

Demagógicamente se puso también como el malo de la película al campo.

En Argentina se come el mejor asado del mundo, importado de Uruguay.

De ser una de las primeras exportadoras de cortes Hilton, pasó a ser la última, primero Brasil, segundo, Uruguay, tercero Paraguay y cuarta en el Mercosur Argentina.

La agropecuaria argentina se mudó de país, anda por Uruguay, por Paraguay.

El tema de salud de la Presidente, si es tal como lo cuentan, es solucionable.
Si yo fuera el Presidente de Argentina, no iba a tener lipotimias ni golpes en la cabeza, mi problema sería mucho peor.

Del Vice mejor no hablamos, tiene un pedigrí muy machucado.

El tema argentino está en que la Presidente se recupere bien, como todos esperamos, que se deje de pavadas y arregle en serio con los acreedores y muestre su interés en cumplir con lo pactado, que un país rico como es Argentina con un poco de criterio y sin aquellos que nombró en un momento determinado el Dr. Jorge Batlle, sale del pozo fácilmente.

Por el bien de nuestros hermanos y el nuestro que todo se solucione para bien.

Como integrantes de una misma familia a veces andamos a las patadas, pero si nos va bien a unos, nos va mejor a todos.

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